16/11/2021 - Emina Kujundžić cuenta la historia del final del amor y el principio del proceso de realización de una película en su ópera prima

El extenso título de la ópera prima de Emina Kujundžić, A Perfect Love Story Where Nothing Goes Wrong or Does It..?, resume bastante bien toda la película. Aportando su propia experiencia, la directora trata el tema del amor, yendo más allá del estereotipo romántico tan establecido en esta sociedad moderna e interconectada. El film, estrenado en el Festival de Cine de Sarajevo de este año, se puede ver en las proyecciones especiales de la sección Spotlight del Festival de Cine de Zagreb.

Se puede apreciar un matiz de metacine al comienzo del film de Kujundžić cuando vemos a una directora, interpretada por Sadžida Tulić, en una reunión con un productor (Srđan Vuletić), el cual le dice qué piensa sobre su guion. De manera un tanto misógina afirma que es demasiado corto, que está plagado de “ese toque femenino” y que además carece de toda sustancia para dar a entender quién o qué son los personajes. Teniendo en mente que trabajó anteriormente como diseñadora de producción y de vestuario, la directora bien podría estar representada por este personaje. En la siguiente escena vemos a la directora quejarse del asunto con su “compañero de batallas” (Luka Marjanović), que se pone del lado del productor al no saber demasiado sobre el proyecto.

A partir de este punto, el film queda impregnado de la esencia de Kujundžić. Una ciudadana anónima de Sarajevo (Enisa Njemčević) vive con su novio francés (Victor Bessière), con el cual mantiene una relación sana de pareja. O al menos eso parece. Llegados a un cierto punto se los ve levantarse en mitad de la noche, cargar su coche y embarcarse en un viaje hacia el mar por las carreteras de Herzegovina. La radio no deja de parlotear sobre un astuto robo a un banco, con el cual podrían o no tener que ver, si bien una cosa es evidente: el coche va cargado de una buena cantidad de dinero. Aquí no estamos ante un paseo hacia una puesta de sol: debido a su diferencia de personalidad y actitud, la distancia entre los protagonistas se volverá cada vez mayor.

A mitad de la cinta, Kujundžić recurre de nuevo al metacine al presentar a dos productoras (Lana Ball y Emma Jaay), que van de divas y están más preocupadas por los cotilleos del mundillo del cine que por la realización de películas. Es una declaración de intenciones, al igual que también lo son los frenéticos cortes de salto en las escenas donde la directora aparece con su compañero, o el hecho de que a medida que avanza la “trama”, los personajes, tanto principales como secundarios, comienzan a entenderse conforme empiezan a hablar su propio idioma. A final de cuentas, A Perfect Love Story Where Nothing Goes Wrong or Does It..? no tiene que ver con el amor tanto como con la integridad durante la dirección de cine y la imposibilidad de mezclar ambos conceptos en un mundo cínico hasta la médula.

Sin embargo, dicho mundo no está totalmente desprovisto de belleza (al menos superficialmente), como sugiere la fotografía de Almir Đikoli, la cual ensalza los pequeños encantos de la vida de forma natural, y la acertada y ecléctica música de Sloven Anzulović. El resto del elenco, compuesto por actores poco conocidos y en su mayoría amateur, también cumple con su cometido, haciendo de esta experiencia un experimento de dirección honesto más que una simple historia, sea de amor, sea del tema que sea.

A Perfect Love Story Where Nothing Goes Wrong or Does It..? es una producción de muy bajo presupuesto completamente financiada por crowfunding a través de una campaña en Indiegogo con donaciones privadas provenientes de Bosnia y Herzegovina. Ninguna productora ha sido implicada en el proceso y tanto el reparto como el personal ha trabajado sin ánimo de lucro.

(Traducción del inglés por Juan Ramón Parra)