28/10/2003 - Se han reunido en Valladolid los representantes de las sociedades de los dos países para una colaboración en la coproducción. Muchas divergencias, pero no falta determinación para colaborar

Se ha cerrado el encuentro entre productores de Bélgica y España organizado dentro de la iniciativa del 48ª Semana Internacional de Cine de Valladolid, que este año ha acogido a Bélgica en calidad de invitada de honor. La iniciativa ha suscitado el interés de muchos, atrayendo la atención no sólo de productores, que han intervenido presentando sus proyectos, sino también a las instituciones del sector.
Además de los acuerdos de coproducción cerrados con otros países, este encuentro ha permitido a los representantes de las tres zonas que han tomado parte en la iniciativa, Flandes, Valonia y España, exponer las distintas formas de financiamientos existentes: Frédéric Wauters (CGRI), Thierry Vandersanden (Comunidad francesa de Bélgica), Philippe Reynaert (Wallimage), Paul Vandelvelde (Comunidad Flamenca), Christian Deschutter (VAF), Pilar Torre (ICAA) y Pancho Casal (FAPAE).

Se han seleccionado una veintena de productores belgas y españoles según sus afinidades, presentando sus proyectos y expectativas para valorar juntos las posibilidades reales de trabajo en común.
Representando a Bélgica:
Cobra Films, Need Production, Entre Chien et Loup, Saga Film, Man's Film productions, Walking the Dog, YC Aligator Film, SOIL, Fobic Films et Wajnbrosse Productions.

Pero la situación que ha salido a relucir de los encuentros no es ciertamente fácil, sobre todo por los puntos de interés totalmente divergentes de los dos países. Por una parte Bélgica tiene fama de producir cine de autor, sin embargo España sigue una tendencia más comercial, siguiendo las directrices de su sistema de financiación. Y si Bélgica reconoce como válida la firma con el tratado de su comunidad, España no autoriza la firma de acuerdos con las regiones. Pero se puede llegar a un acuerdo con los Institutos de Cine. Bajo este prisma se han llegado a algunas conclusiones, como por ejemplo la necesidad de encuentros ad hoc entre profesionales y la administración cinematográfica belga y española, con la intención común de planificar coproducciones. Partiendo del texto propuesto por el ICAA y en particular por el Memorandum de relaciones cinematográficas, las autoridades de las dos comunidades belgas consultarán con las asociaciones de profesionales y estudiarán la realización de un acuerdo con el ICAA, que por su parte efectuará los análisis necesarios, con una previsión de una firma definitiva antes de que finalice el año.
Otro problema que se ha discutido es el de la nacionalidad de las películas. Considerando la fuerte participación minoritaria en numerosas coproducciones, Bélgica reconoce una película como belga desde el momento en que una de las partes relacionadas con la producción sea belga. La amplitud de su cinematografía nacional impone a España reglamentos más bien complejos para llegar a obtener la nacionalidad española de una película y por lo tanto recibir las financiaciones calculadas a partir de la recaudación en bruto en taquilla. “Una coproducción minoritaria sin uno de los grandes distribuidores españoles sería una locura”, ha subrayado Pancho Casal, vice-presidente de la asociación de productores españoles. Una punto interesante para los coproductores españoles podría ser el refugio fiscal adoptado en Bélgica, si bien este último aunque autorizado desde hace tiempo, no ha sido todavía aplicado.
Un acuerdo más realista entre los dos países sería el que se basa en una relación porcentual del tipo 90-10: pero hasta ahora la coproducción belga se detiene en el 20 por ciento, tanto es así que todavía no se ha ratificado el acuerdo con Estrasburgo al 10 por ciento.
A pesar de las dificultades aparentes de las instituciones belgas y españolas ambas han subrayado el evidente interés de los profesionales de los dos países para llegar a un acuerdo y siguen buscando fórmulas de colaboración para poder trabajar juntos y producir películas que puedan obtener la doble nacionalidad para llegar a un público más amplio.
Una posterior propuesta ampliamente discutida ha sido la del desarrollo de las regiones, proyectando una futura coordinación europea de los fondos regionales, previsto para febrero 2004. Philippe Reynaert, director del fondo valón para el cine, Wallimage, ha invitado a los fondos regionales españoles a una colaboración más estrecha.

(Traducción del francés)