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BERLINALE 2022 Generation

Crítica: Oink

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- BERLINALE 2022: La adorable cinta de animación en stop-motion de Mascha Halberstad, que acaba de inaugurar la sección Generation Kplus, no es otra La fiesta de las salchichas

Crítica: Oink

La animación stop-motion tiene algo de irresistible. Puede que sea que somos conscientes de la cantidad de horas que se han invertido en su realización o bien la visión extrañamente inquietante de una huella dactilar que aparece sin esperarlo en una figura de plastilina. En cualquier caso, si se aplica correctamente, esta técnica hace que el mundo parezca un poco mejor, al menos durante un rato.

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, elegida con acierto como película para inaugurar la sección Generation Kplus en la Berlinale de este año, no constituye una excepción. La historia, que trata sobre una niña a cuyas manos llega inesperadamente un cerdito, (Babs ya es vegetariana, así que no hay conflicto de intereses) gracias a un abuelo que abandonó a su madre hace décadas y que intenta compensarlo, parece bastante sencilla. Pero lo mejor de la ópera prima de Mascha Halberstad es que hay muchas cosas que están directamente mal. Hay caca por todas partes, a montones, y la gente juega a algo llamado "sluggleboard", un juego en el que los caracoles se ponen en plan Fast & Furious. Se anuncia como "bueno para las personas y para las babosas", y aunque uno no se puede estar seguro al 100% de la exactitud de esa afirmación, al menos todos llevan sus casquitos.

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Echando la vista atrás, cuando por unos rabos de rata dos carniceros llegaron a las manos durante un concurso del "Rey de la Salchicha" y acabaron descalificados durante 25 años, Oink es una película en la que son los adultos los que no parecen aprender nunca y se empeñan en tropezar  siempre con la misma piedra. Todos parecen estar un poco fuera de lugar y cada uno esconde su propio trauma o debilidad infantil sin resolver. Y entonces se produce un repentino giro hacia un territorio bastante oscuro, cuando a Babs le traiciona alguien en quien había depositado su confianza. Es un movimiento bastante atrevido, ya que los cuentos infantiles prefieren mantener lejos a los malos. Pero no siempre es así, y por algo Halberstad sigue mencionando a Roald Dahl en sus entrevistas. Después de todo, el mal no siempre realiza una entrada triunfal al estilo Cruella de Vil, sino que a veces lo hace de manera sigilosa y se toma su tiempo.

La animación es maravillosa y todos los animales disfrutan de cómo el aire les mueve el pelaje, como si estuvieran en un vídeo de Beyoncé. También hay una referencia a la bicicleta de ET, o tal vez se trate de bocaditos de salchichas. Sea como fuere, resulta adorable. Y aunque los colores son brillantes y alegres, a Halberstad no le tiembla la mano a la hora de introducir una cierta oscuridad en este universo aparentemente seguro. Sin olvidar una picadora de carne, que nunca puede ser buen augurio. Hay que admitir que es tronchante que esta película se estrene en Alemania, el país de la bratwurst, la currywurst y otros miles de wursts.

Aunque es imposible que no nos venga a la cabeza la película de Babe (o Okja, de Bong Joon-ho), en esta ocasión nadie le pide al cerdo que, por ejemplo, aprenda a pastorear ovejas. Oink no dice ni una palabra a lo largo de todo el metraje, y se supone que sólo debe comportarse, mantenerse alejado del huerto y no defecar por todas partes continuamente. Cualquier diría que es fácil, pero la familia de Babs quiere pruebas, y preferiblemente un diploma de una escuela de adiestramiento de mascotas. Puede que sean muy quisquillosos, pero cuando la felicidad de Babs está en peligro, cogen el tractor más cercano y dan la cara, lo que lleva a un final explosivo que recuerda al desastroso concurso de comer tartas de Cuenta conmigo. Tal vez sea mejor mantenerse alejado de este tipo de eventos, haya pandemia o no, no vaya a ser que una sorpresa no deseada salida de cualquier orificio nos aterrice directamente en la cara.

Oink cuenta con la producción de la holandesa Viking Film y con la coproducción de A Private View (Belga) y de VPRO (Países Bajos). Sus ventas internacionales las gestiona LevelK.

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(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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