11/02/2022 - BERLINALE 2022: La película de Magnus Gertten es una extraordinaria crónica histórica y personal de amor y guerra, a partir de un plano de dos segundos de 1945

En su documental de 2015 Every Face Has a Name [+lee también:
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ficha de la película], el director Magnus Gertten intentó seguirles la pista a varios supervivientes de la segunda guerra mundial presentes en un noticiario desde el puerto de Malmö, la puerta de Suecia a la Europa continental. Contactó con unos pocos, que a su vez proporcionaron los nombres de otros en el metraje. Entre los judíos polacos y la resistencia francesa, una peculiar cara andrógina de rasgos euroasiáticos creó una impresión perdurable durante sus dos segundos en pantalla. Identificada como Nadine Hwang, obtuvo la siguiente leyenda: “Perteneció a la comunidad artística de París. Partió para China en 1945 y desapareció sin dejar rastro”. Pero la historia de Nadine resultó ser muy diferente, tal como se descubre en Nelly & Nadine [+lee también:
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entrevista: Magnus Gertten
ficha de la película], cuyo estreno mundial tiene lugar en la sección Panorama de la septuagésima segunda edición del Festival Internacional de Cine de Berlín.

De hecho, esta es la tercera incursión de Gertten a este metraje, con el que se topó por primera vez en 2007. Filmado originalmente para SF Journalen e incluido en el documental corto Vittnesbördet (“The Testimony”), fue proyectado en los cines de Suecia a principios de mayo de 1945, alarmando a sus audiencias. Unos 15.000 supervivientes llegaron a Malmö en abril de 1945, principalmente gracias al funcionamiento de los “Buses Blancos”. En el día en que se filmó el metraje que nos ocupa, el 28, 1.948 personas, muchas de ellas mujeres y niños, hicieron pie en su libertad. Basado en este metraje (de calidad prístina) Gertten presentó Harbour of Hope en 2011 con el objetivo de identificar a más personas en el film. De aquí salió la segunda entrega, mencionada arriba, que fue vista en París por una tal Sylvie Bianchi, que después se acercó a Gertten y le informó de que en realidad Nadine Hwang sí dejó rastro. De hecho, el rastro era la pareja de Nelly, la abuela de Sylvie. Para colmo, el desván de Sylvie albergaba un gran baúl lleno de escritos, diarios y hasta películas en formato súper-8, todo ello heredado de Nelly y aún sin tocar por su reacia nieta. En Nelly & Nadine, todo esto se desempaca y desarrolla para conformar un relato extraordinario, tanto histórico como profundamente personal.

Nacida en Bélgica, Nelly Mousset-Vos es una consumada cantante clásica, arrestada en 1943 y enviada al campo de concentración para mujeres Ravensbrück. Usa sus habilidades musicales para ocasionalmente obtener alguna ventaja, como alguna verdura de un guarda sentimental. Durante el recital de Navidad en las barracas, una voz pide “Madama Butterfly”. Pertenece a la mujer con la que Nelly pasaría la mayor parte de las próximas tres décadas. Más tarde son separadas cuando Nelly es transferida a otro campo (“Mauthausen, la antesala del infierno” dice el laboriosamente exhaustivo diario), pero se reúnen tras la guerra, mudándose a Venezuela, su hogar durante el resto de su vida juntas.

En Nelly & Nadine, Gertten logra al menos dos hazañas significativas, una casi por perverso azar, de la que supo apoderarse, y otra al ensamblar este descubrimiento excepcional, balanceándose en un vaivén entre el presente y varios pasados, conformando una obra sobre la verdad que sobrepasa toda ficción. Dejando atrás la silla del narrador, le entrega en mano la escena a la propia Sylvie, una guía accidental y orgánica a partes iguales a través de esta crónica secreta de una bella pareja, gloriosamente destapada para la apreciación del mundo y, muy probablemente, para su adoración.

Producida por Auto Images, coproducida por Associate Directors y UpNorth Film, ventas internacionales de Nelly & Nadine por Rise and Shine World Sales.

(Traducción del inglés por Angélica Ramos)