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BERLINALE 2022 Competición

Crítica: Rimini

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- BERLINALE 2022: Ulrich Seidl vuelve tras una década sin hacer ficción con un trabajo desgarrador, como nos tiene acostumbrados, que sigue siendo capaz de encontrar luz en el vacío

Crítica: Rimini
Michael Thomas en Rimini

Todos sabemos que la vida de un músico profesional transcurre entre concierto y concierto, entre sueldo y sueldo. Por otra parte, el declive de las ventas de música en formato físico y el auge de las plataformas de streaming no han hecho más que solidificar este lamentable proceso. Lo que Ulrich Seidl plantea en Rimini [+lee también:
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, su primera obra de ficción desde que estrenó Paraíso: Esperanza [+lee también:
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en 2013, es que también puede parecerse a un castigo divino en la Tierra, un purgatorio con resultados impredecibles. En la actualidad, existe una aplicación bastante popular llamada Cameo, que te permite comprar vídeos cortos con mensajes de personas famosas. En cierto sentido, Rimini parece un grito de dolor que emana de uno de esos clips de 15 segundos.

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Estrenada en competición en la Berlinale, con una película complementaria llamada Sparta [+lee también:
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que probablemente llegará al circuito de festivales este año, Rimini es un territorio cómodo y seguro para Seidl y su coguionista y compañera Veronika Franz. La cinta supone el regreso de uno de sus intérpretes habituales, Michael Thomas, que protagoniza la película en el papel de Ritchie Bravo, un cantante de hotel con problemas de salud (imagínense a Engelbert Humperdinck interpretado por un Mickey Rourke viejo y alcohólico). La patética existencia de Ritchie se apoya en el circuito de autobuses turísticos llenos de jubilados que visitan la ciudad de Rímini, en el norte de Italia, que Seidl ha decidido ambientar en temporada baja, con playas vacías que presagian la pandemia y una niebla densa que recuerda a los cuadros de paisajes románticos.

Seidl filma las actuaciones de Ritchie en planos insoportablemente largos, que se vuelven aún más inquietantes por el hecho de que la película está filmada en formato CinemaScope, con distancias focales muy afinadas (las paredes y los techos deteriorados exudan personalidad, por decirlo suavemente). En algunas secuencias, lo vemos dándolo todo con su canción más emblemática: la poderosa balada "Emilia". Cada vez que la escuchamos (y ocurre a menudo), el tema crece y adquiere un cierto patetismo, que se hace eco del desarrollo de la trama en el guion de Franz y Seidl.

Sin embargo, esto no es más que un señuelo, para que no pensemos que Seidl nos iba a presentar una película redentora sobre un hombre al que le vendría bien un descanso. En un giro muy interesante en la norma cinematográfica, Ritchie participa en encuentros sexuales con algunas fans entusiastas después del espectáculo, representados mediante tomas explícitas y frontales, habituales en numerosos trabajos anteriores de Seidl. Distanciado de su familia cercana, el hombre recibe una visita no deseada de su hija Tessa (Tess Göttlicher), que le reclama parte del dinero que cree que le debe, después de que las abandonase a ella y a su madre. Pero Ritchie apenas tiene suficiente dinero para sobrevivir…

Algunas de las primeras reacciones a Rimini han expresado cierta fatiga con respecto a los objetivos predecibles de Seidl, y la falta de afecto con la que los filma. Sin embargo, aunque su estilo resulta tan despiadado y afilado como siempre (para sus admiradores), es posible identificar un cierto paso adelante, y caracterizarlo como un "trabajo de madurez". Seidl es parte de la generación boomer de posguerra, que ahora está al borde de la jubilación, lidiando con padres que envejecen y con su herencia. El padre de Ritchie, un veterinario militar (sin nombre e interpretado por Hans-Michael Rehberg), sufre demencia en una residencia de ancianos, y la película muestra de forma periódica pequeñas viñetas de su vida. De esta forma, Rimini también merece reconocimiento como un estudio sensible sobre la mortalidad, así como una mirada lacerante sobre muchas otras cosas que Seidl ve en nosotros, como de costumbre.

Rimini es una coproducción entre Alemania, Austria y Francia, producida por Seidl Film Produktion, Essential Filmproduktion y Parisienne de Production. Coproduction Office se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)


Galería de fotos 11/02/2022: Berlinale 2022 - Rimini

26 fotos disponibles. Desliza hacia la izquierda o la derecha para verlas todas.

Ulrich Seidl, Veronika Franz, Tessa Göttlicher, Claudia Martini
© 2022 Fabrizio de Gennaro & Dario Caruso for Cineuropa - fadege.it, @fadege.it, dario-caruso.fr, @studio.photo.dar, Dario Caruso

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