15/03/2022 - El perceptivo documental de Sean Wang narra la improbable y épica historia de la conexión entre el mármol griego y el mayor mercado de piedra del mundo en China

A Marble Travelogue, el documental de Sean Wang estrenado mundialmente en IDFA, forma parte de la Competición Internacional del Festival de Documentales de Tesalónica. La cinta explora la globalización a través de la historia del mármol griego, que se extrae de canteras en el Peloponeso y luego se envía a China. Posteriormente, el material se emplea para hacer estatuas y columnas de estilo helenístico, así como souvenirs que volverán a viajar a Europa. Si compras un imán de la Torre Inclinada de Pisa para la nevera, lo más probable es que haya sido fabricado en China.

El auge económico chino y la creciente deuda griega han coincidido, generando un mercado completamente nuevo que refleja la globalización en una escala masiva y absurda, como vemos en este documental que presenta un enfoque integral y perspicaz. China invierte mucho en Grecia: su empresa estatal, COSCO, compró el Puerto del Pireo en 2016. Un abogado chipriota con buenos contactos, acompañado por sus hijas gemelas Marianna y Sofia, con aspecto helénico y una sonrisa constante, se han hecho un hueco atendiendo a la emergente clase de nuevos ricos chinos: son los embajadores oficiales de las buenas relaciones entre China y Grecia. Se dedican a traer inversores y turistas chinos a Grecia, negociar acuerdos entre empresas y promover la cultura griega en China.

Mientras tanto, Wang nos muestra cómo China se ha convertido en el mercado más importante del mundo en lo que se refiere a la piedra. Un artista nacional, designado especialmente para el cargo, tiene un ejército de trabajadores que procesan mármol y otros tipos de piedras, para producir réplicas de famosos monumentos y esculturas históricas europeas, un símbolo de estatus para los chinos adinerados. Hay ciudades enteras con falsos castillos medievales, Acrópolis y Notre-Dames, pero las esculturas modernas a pequeña escala también se exportan a Italia: vemos al artesano posando de pie junto a una de ellas al pie del Coliseo. Estas esculturas se venden a mayor precio cuando llevan etiquetas italianas, pero el artista lamenta que su nombre caerá en el olvido.

Un escultor francés tiene una empresa que se dedica a hacer edificios enteros con piedra caliza. Solía ​​trabajar en Estados Unidos, pero encontró un lugar mucho más rentable para hacerlo en la ciudad con las fábricas de piedra más grandes del mundo: Guangzhou, donde no existen regulaciones sindicales o de seguridad tan restrictivas. En una fábrica familiar de souvenirs, los cineastas entrevistan a una niña de unos diez años que dice que no le tiene miedo al polvo, a pesar de la tos que le provoca.

En medio de estos segmentos narrativos, Wang nos muestra el propio procesamiento de la piedra, creando imágenes industriales muy táctiles, donde las máquinas y los hombres trabajan con este material que presenta un color blanco cegador. También hay tomas extremadamente amplias de enormes losas de mármol e inmensos buques de carga en los que son transportadas, o imágenes intrincadas y surrealistas, como un grupo de mujeres chinas bailando frente a una réplica de la Torre Eiffel, con enormes bloques de pisos asomando en el fondo. En el encuadre, las figuras humanas aparecen empequeñecidas ante los colosales fondos, reflejando el lugar del individuo en la economía mundial, y el carácter contradictorio y extraño de algunas de estas imágenes viene cargado de un humor seco.

Pocas veces se ha retratado la globalización de una forma tan penetrante en una película que no sea un documental de investigación directo. Aunque Wang tuvo que dar un paso atrás para captar esta imagen general, también toca los aspectos más personales del tema, excepto con Sofia y Marianna: su imagen pública es tan perfecta que resulta impenetrable, incluso cuando Wang las filma maquillándose.

A Marble Travelogue es una coproducción entre la neerlandesa MUYI Film, la compañía de Hong Kong Blackfin Productions, la francesa Little Big Story y la griega Anemon Productions. La parisina Rediance se encarga de los derechos internacionales.

(Traducción del inglés)