16/03/2022 - El director Brendan Muldowney nos avisa para que no compremos esas casas viejas "con precios razonables", o nos meteremos en el infierno

Estrenada en la sección Midnighters del SXSW, la cinta de terror The Cellar [+lee también:
entrevista: Brendan Muldowney
ficha de la película], coproducida entre Irlanda y Bélgica y dirigida por Brendan Muldowney, presenta un argumento realmente bueno: las matemáticas han traído la oscuridad al mundo. Más o menos. Además, cada vez que sus desafortunados personajes comienzan a contar, las cosas salen terriblemente mal. Para cualquiera que todavía se despierte en medio de la noche con sudores fríos, después de haber soñado con un examen sorpresa de matemáticas, The Cellar será una experiencia agradable y reconfortante, a pesar de copiar descaradamente muchos de los clichés del cine de terror. Aunque, pensándolo bien, también podemos contarlos.

El primero de ellos es un clásico absoluto: una casa vieja y abandonada, de aspecto sospechoso, que siempre tiene un precio relativamente bajo, lo cual debería despertar algunas señales de alerta. En este caso, es como si el anterior propietario ni siquiera se molestase en ocultar el hecho de que ocurre algo extraño en la propiedad, llena de "pinturas escalofriantes y cosas viejas", como señala Ellie (Abby Fitz), la hija adolescente de Keira (Elisha Cuthbert). Ellie no quiere mudarse a esta casa, de ninguna forma, pero sus padres están demasiado ocupados en el trabajo para darse cuenta (además, la joven les ha causado suficientes problemas en el pasado como para asumir que exagera). Cuando se encuentran en la oficina por la noche, después de haberlos dejado a ella y a su hermano solos en casa, la chica tiene que bajar al sótano durante un apagón. Su madre le pide por teléfono que cuente hasta diez mientras baja las escaleras, y que pronto habrá terminado. Pero Ellie sigue contando. Y contando.

Todo esto nos lleva a los clichés número dos (sótanos aterradores), tres (puertas que se abren sin motivo) y cuatro (una madre, o una figura materna, obligada a luchar contra fuerzas oscuras para salvar a su hijo). No obstante, todos estos aspectos predecibles no evitan que The Cellar resulte realmente divertida, una vez superado el hecho de que Cuthbert, la icónica rubia de principios de los 2000, conocida por 24 y La chica de al lado, es ahora morena y aparentemente lo suficientemente mayor como para ser la madre de alguien.

Algunas partes son muy divertidas: uno de los personajes se convierte en un genio matemático después de un accidente y ahora se dedica literalmente a pintar el número pi. Pero también hay momentos realmente efectivos, como esa primera llamada telefónica dominada por el pánico. Si un niño, especialmente una adolescente malhumorada, te dice que tiene demasiado miedo para bajar unos cuantos escalones, todas las guías para padres se activan: es tu oportunidad de conseguir que se enfrente a sus miedos, que confíe en ti y ponga fin al drama. Sin embargo, el miedo es real, y Fitz lo interpreta a la perfección, lo que hace que la escena se desarrolle como una tortura a cámara lenta. Esta es la belleza retorcida del género de terror. "Enfrentarte a tus miedos" no es digno de elogio en estas películas, sino estúpido. Significa ignorar tu instinto, todo lo que te dice que no hay nada bueno acechando en la oscuridad.

Cuando Ellie desaparece, dejando a su madre consternada, comienza la investigación. Descifrar extraños símbolos en las puertas y descubrir más sobre la retorcida historia de la casa (así como la de su propia hija, que guardaba sus propios secretos) se convierte en otro rasgo reconocible del género. No obstante, Muldowney ofrece un final alocado que en realidad es un poco sombrío, mostrando a una madre cuyo mayor temor es haberle fallado a su hija. Y lo que resulta aún más aterrador es que podría tener razón.

The Cellar es una coproducción entre Irlanda y Bélgica, producida por Epic Pictures, Hail Mary Pictures, Savage Productions y Wrong Men North. Wildcard se encarga de la distribución en Irlanda.

(Traducción del inglés)