email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

TESALÓNICA DOCUMENTALES 2022

Crítica: Off the Rails

por 

- En su conmovedor primer largometraje, Peter Day se centra en los días en los que vivimos peligrosamente

Crítica: Off the Rails

Resulta extraño calificar de “entretenido” un documental que trata sobre una pérdida trágica, un desamor y frecuentes encontronazos con la ley, pero este es precisamente el caso de Off the Rails, del neozelandés Peter Day. No se sabe si se trata de una coincidencia o no, pero esta película melancólica, que se ha estrenado a nivel mundial en el Festival de Documentales de Tesalónica, recuerda un poco al clásico de Danny Boyle de 1996, Trainspotting, con la diferencia de que, en este caso, no se habla de observación de trenes o trainspotting, sino de surfeo de trenes o train surfing.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Al parecer, esta actividad en particular (y otras muchas, siempre peligrosas) tiene potencial, o al menos así es como lo ven algunos aspirantes a youtubers como Rikke Brewer y Aiden Knox. Todo empieza con la pasión, claro, pero muy pronto, algunos de estos chicos, pertenecientes a un colectivo británico llamado Brewman, empiezan a pensar en términos más estratégicos, como en likes, shares o suscriptores. Puede que sus métodos sean nuevos, pero se trata de una historia tan antigua como el tiempo. Y es que, si ganas dinero haciendo algo que te gusta, ¿estás traicionando tus principios, o simplemente estás actuando de manera inteligente para cambiar tu futuro? Y, lo más importante, ¿hasta dónde estás dispuesto a llegar? Cuando hacen parkour por el barrio, se tuercen los tobillos y se hacen daño por todo el cuerpo, pero todo eso les da igual porque forma parte del juego, hasta que deja de ser así y tienen que lidiar con un dolor que no se cura por sí solo. Como ya hemos mencionado anteriormente, se trata de una historia tan antigua como el tiempo.

Dada la locura absoluta de estos personajes, no es de extrañar que el documental de Day, que se basa en su breve película de 28 minutos Parkour Changed Our Lives, sea tan atractivo, si bien es cierto que puede resultar incómodo por momentos para aquellas personas a las que no les gustan las alturas o los métodos de transporte preferidos de Spider-Man. Sin embargo, el documental también hace que este tipo de espectadores se sientan identificados con frases como “los cafés con leche, están que trinan”.

En el documental, hay muchas penas con las que desahogarse. Uno de los personajes trata de convencerse a sí mismo de que su vida “no es una vida triste, no es una vida triste”, o discute con uno de sus padres, que intenta darle una lección al dejarlo solo y sin hogar. Al cabo de un rato, cuando el espectador escucha frases como “es como que, esta mierda me hace llorar”, pronunciada por uno de los chicos cuando se ve obligado a abandonar su habitación de la infancia, con todos esos recuerdos plasmados en las paredes, la historia pasa de ser algo gracioso a algo conmovedor.

Y es algo conmovedor también por el simple hecho de que, a pesar de que son unos artistas asombrosos, a veces se hace imposible continuar con el espectáculo, sobre todo después de que una peligrosa voltereta lateral sobre el hueco entre dos vagones de un tren salga mal. Sus fans de internet, impresionados, dejan comentarios como: “Tío, estás completamente chalado”. Pero, ¿hasta qué punto está bien animar a la gente a que haga estas cosas peligrosas? ¿Quizás lo que habría que hacer es “dar ejemplo” en su lugar, le pese a quien le pese? Llama la atención cómo, a pesar de que hay una importante diferencia de edad entre Day y sus protagonistas, nadie la percibe, y es que él les deja espacio para pensar por sí solos en lugar de recurrir a la típica frase de “¡madura!”. Y en cuanto a la filosofía de “vivir rápido, morir joven” que uno de los personajes menciona, se puede decir que incluso esa frase contiene una errata. Vivir es equivocarse, y eso es algo que, sin duda, están intentando.

Off the Rails es una producción británica realizada por Faction Films, Faction North y Perfectmotion. Sus ventas internacionales corren a cargo de Journeyman Pictures.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés por Jaume Joan Buforn Baldó)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy