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MÁLAGA 2022

Crítica: Ámame

por 

- Imposible no adorar al actor argentino Leonardo Sbaraglia tras construir de forma tan creíble este desgarrador retrato de un ser a la deriva, ahogado por sus carencias afectivas

Crítica: Ámame
Leonardo Sbaraglia en Ámame

Leonardo Sbaraglia ya puede ir dejando libre una estantería de su casa, porque la va a llenar de premios durante los próximos meses: si hace pocos días mereció la Biznaga de Plata a la mejor interpretación masculina del 25º Festival de Málaga (lee la noticia), eso es sólo el comienzo de una avalancha de reconocimientos y aplausos que vendrán detrás. Porque su trabajo en Ámame, segundo largometraje de su tocayo Leonardo Brzezicki, es sencillamente apabullante.

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Tal vez se publicite el desnudo integral -mientras el actor entona la triste balada “Careless Whisper”, de George Michael, al borde de una piscina- de su protagonista como uno de los golpes de efecto de Ámame, pero dicha exhibición física no impacta tanto como las mutaciones anímicas y faciales de un actor que, con la misma convicción y talento, transmite en pantalla desolación, colocón, desorientación, locura y desesperación.

Todo un recital de miradas y gestos, siempre en su preciso punto de cocción, para plasmar el viaje descendente del atormentado, sensible y contradictorio Santiago, quien “como una vaca sin cencerro” -así describía Chus Lampreave a su hija en La flor de mi secreto- se confunde en la noche y las madrugadas de Buenos Aires y Rio de Janeiro en busca de afecto: porque el suyo es un Errante corazón, título con el que se conoce este mismo largometraje en Argentina.

Sbaraglia vuelve aquí a dar vida en la pantalla (también lo ha hecho en teatro) a un gay, como en Plata quemada y Dolor y gloria [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Antonio Banderas
Q&A: Pedro Almodóvar
ficha de la película
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, solo que ahora, además, es el padre de una adolescente (Miranda de la Serna) que está a punto de abandonar el nido. Este inminente adiós será el detonante que empujará a este chef de éxito a deambular entre examantes, tríos y orgías, intentando llenar su vacío sentimental.

Es cierto que esta intensa, escalofriante y frenética película de Brzezicki es poco original a la hora de mostrar cómo un ser humano coquetea con los abismos de la autodestrucción (Leaving Las Vegas, Lo importante es amar, Buscando al señor Goodbar o El hombre herido seguramente se encuentren entre los dramas favoritos del cineasta), y que algún personaje puede resultar exageradamente trastornado y chillón, pero su intérprete central -cargando sobre sus hombros el peso total de la trama- logra el milagro de que el público no deje de sentir interés por este animal romántico, solitario y dolido en su anhelante y ansiosa aventura existencial, en la que coquetea, con el ansia de un suicida, con la violencia machista y las chemsex.

Ámame, cuyo reparto completa Eva Llorach, es una coproducción entre Argentina, España, Brasil, los Países Bajos y Chile de las compañías Ruda Cine, Keplerfilm, RT Features, Quijote Films y Vértigo Films, que llega a los cines españoles el viernes 1 de abril de la mano de Vértigo Films.

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