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BIF&ST 2022

Crítica: Tapirulàn

por 

- La primera película como directora de la actriz Claudia Gerini se ambienta en una sola habitación y a paso ligero, con varios personajes que dialogan con la protagonista a través de una app

Crítica: Tapirulàn
Claudia Gerini en Tapirulàn

Puedes decir muchas cosas de Claudia Gerini, pero no puedes acusarla de no querer superarse a sí misma. Después de demostrar que es una actriz versátil en innumerables dramas y comedias durante los últimos treinta años (premiada con un David di Donatello en 2018 por su papel en Ammore e malavita [+lee también:
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), la popular actriz ha dado sus primeros pasos detrás de las cámaras, dirigiendo mientras corría sin parar en una cinta mientras hablaba con otros personajes a través de un monitor. En Tapirulàn [+lee también:
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, casi toda la acción se desarrolla en una habitación, una verdadera proeza atlética (los productores estiman que, en el transcurso de la grabación, la actriz/directora recorrió varias decenas de kilómetros), cuyo resultado final se proyectó en un estreno —muy aplaudido por el público— en la sección International Panorama del 13º Bif&st - Bari International Film&Tv Festival.

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La protagonista interpretada por Gerini se llama Emma. Es una mujer de cuarenta años que vive sola en un espacioso loft con grandes ventanas que dan a un parque, y que pasa gran parte de su tiempo en su cinta de correr de alta tecnología porque correr le hace sentir muy bien y la ayuda a pensar. Así, combinando negocios con placer, la psicoterapeuta Emma trabaja mientras hace ejercicio, respondiendo videollamadas de sus numerosos pacientes a través de una sofisticada pantalla digital vinculada a su cinta de correr. Su jefe, Marco (Fabio Morici), no está muy de acuerdo con el enfoque de Emma (“estas sesiones se llaman ‘reuniones’ por algo”), pero la deja aplicarlo porque es muy popular entre los pacientes y recibe buenas referencias.  

Emma tiene palabras reconfortantes y tranquilizadoras para todos, tanto para la chica que no acepta su apariencia física, el padre consumido por la culpa ante la muerte de su hija, la mujer víctima de abuso doméstico o el joven homosexual que lucha por aceptarse. Trata ataques de pánico, trastornos obsesivos compulsivos y estallidos de rabia (el extraordinario reparto que aparece en las videollamadas incluye a Stefano Pesce, Maurizio Lombardi, Corrado Fortuna, Daniela Virgilio, Lia Grieco, Marcello Mazzarella, Alessandro Bisegna y Niccolò Ferrero). Sin embargo, Emma, siempre puntual y muy bien preparada, flaquea cuando su hermana menor, Chiara (Claudia Vismara), a quien no ha visto en 26 años, aparece en la pantalla: su padre está a punto de morir y Emma es la única que puede hacer algo. Pero, en este caso, nuestra empática protagonista se niega a colaborar.

¿Qué esconde Emma detrás de su reconfortante sonrisa, su obsesión por correr y su rechazo a abandonar su hogar? Entre cambios de ropa deportiva, estiramientos o descansos cortos y varias distracciones sexuales, los fantasmas de su pasado empiezan a resurgir y a atormentarla. Como suele decir a sus pacientes, “enfrentar lo que nos bloquea es la única manera de encarrilar nuestras vidas”, y eso es justo lo que debe hacer ella porque a pesar de sus movimientos constantes, nuestra protagonista no ha avanzado ni un centímetro, atrapada en la burbuja de su apartamento, rodeada de cajas a medio vaciar y paredes sin pintar, y recluida tras unas enormes ventanas que muestran la vida pasar. Gerini ofrece un trabajo como actriz y directora muy respetable, sobre todo gracias a las variadas tomas de la película y a un guion (escrito junto a Antonio Baiocco y Fabio Morici) que resiste bien el desafío de una película de un solo set, a pesar de algunos momentos forzados relacionados con el emplazamiento de productos.  

Tapirulàn ha sido producida por Milano Talent Factory en asociación con Attitude y Big Tree Movie Entertainment, y en colaboración con RAI Cinema y Sky Cinema. La película, que se estrenará en los cines italianos el 5 de mayo, también se proyectará en el Festival de Montecarlo en una proyección especial a finales de abril.

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(Traducción del italiano)

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