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SERIES / CRÍTICAS Italia

Crítica serie: Bang Bang Baby

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- La nueva serie original italiana de Amazon es una historia de adolescentes con toques de thriller protagonizada por una chica que se lanza al universo criminal por amor a su padre

Crítica serie: Bang Bang Baby
Arianna Becheroni en Bang Bang Baby

La nueva serie original italiana de Amazon Studios empieza con un icónico anuncio del chicle Big Babol, que todos los mayores de cuarenta años recordarán (donde una joven vaquera hace unos globos de chicle enormes y luego los explota en una rápida sucesión), y el tono queda establecido. Esta creación audiovisual única nacida de la mente de Andrea Di Stefano —que escribió la obra junto a Valentina Gaddi y Sebastiano Melloni, y cuenta con la supervisión artística de Michele Alhaique (que también dirigió seis de los diez episodios; los cuatro restantes firmados por Margherita Ferri y Giuseppe Bonito)—, impregnada en la cultura pop de los años 80, es una atrevida mezcla de géneros —crimen, historia iniciática y comedia negra— adornada con una capa exterior visualmente fascinante y una atmósfera onírica oscura y colorida, que cambia entre humor y miedo, mientras refleja la perspectiva de una adolescente atormentada que cae en picado hacia las profundidades del crimen organizado a cambio del amor de su padre.

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Bang Bang Baby, basada libremente en una historia real (como se narra en el libro L’intoccabile, de Marisa Merico), gira en torno a una chica introvertida de 16 años llamada Alice (Arianna Becheroni) que vive con su madre trabajadora en una pequeña ciudad del norte de Italia. Estamos en 1986 y las pantallas italianas emiten anuncios de TV y comedias de situación brillantes, donde todos se aman y son felices. Alice, por el contrario, no es feliz porque algo le pesa en el corazón: su padre, Santo (Adriano Giannini), falleció hace diez años, asesinado ante sus ojos mientras estaban en una montaña rusa en un parque de atracciones junto a su madre, Gabriella (Lucia Mascino). Pero un día, ve una cara conocida en el periódico: su padre no está muerto, como su madre le ha hecho creer todos estos años.

Alice quiere entender por qué su madre le ha ocultado la verdad, así que parte hacia Milán en busca de su abuela paterna. La abuela Lina (Dora Romano) la recibe con los brazos abiertos, al igual que el resto de su colorida familia calabresa. Pero detrás de su sonrisa afectuosa se esconde una despiadada jefa de la ‘Ndrangheta que guía a Alice hacia su padre, Santo, ahora en prisión. El seductor y manipulador Santo es un criminal; tiene problemas y solo su recién descubierta “princesa” puede ayudarlo. “Siempre he querido un padre que viera Días felices conmigo”, le dice Alice, que hará cualquier cosa para volver a estar con su adorado padre. Por eso, llegan a un acuerdo: “Si hago lo que me dices que haga, ¿volverás a ser mi papá?”. Para Alice representa la pérdida de la inocencia y el principio de una feroz educación criminal porque el amor —insiste la voz en off— “nos hace hacer cosas ilógicas y en contra de nosotros mismos, todo con la esperanza de ser amados. Pero basta un momento para que el sueño se convierta en pesadilla”.  

Vemos esta pesadilla a través de los ojos de una adolescente de los años 80, y el imaginario pop de la película, compuesto por la música, las películas para televisión, los anuncios y los videojuegos de la época se convierte en un medio para filtrar sus emociones y abordar las situaciones traumáticas que se le presentan. Es un viaje de “Alice hacia algo diferente al País de las Maravillas”, explica Alhaique, donde la cámara se mueve a ritmos diferentes, alternando entre tomas panorámicas, primeros planos, tomas de gran angular y luces de neón, antes de enfocarse en caras y patrones de respiración, en particular los de la protagonista y su padre, pero también los de su abuela, Lina, que destaca entre todos los personajes (que son agradablemente polifacéticos) por su naturaleza Jekyll y Hyde: una cariñosa abuela del sur con un impactante nivel de crueldad. El reparto también incluye a Antonio Gerardi, que interpreta a una especie de “tonto del pueblo”, cuyos repentinos ataques de ira solo pueden ser aliviados con una sola cosa: canciones de George Michael.

Bang Bang Baby ha sido producida por The Apartment y Wildside, en coproducción con Enormous Films. Los primeros cinco episodios de la serie están disponibles en Prime Video desde hoy, 28 de abril, aunque los espectadores tendrán que esperar hasta el 19 de mayo para las otras cinco entregas.

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(Traducción del italiano)

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