23/05/2022 - CANNES 2022: La escritora Annie Ernaux, junto a su hijo David Ernaux-Briot, revisita sus años 70 en su fabuloso e inimitable estilo analítico, a través de los archivos familiares

“A finales del invierno del 72, compramos una cámara Super 8. Éramos treintañeros con dos hijos (…). La cámara, era el objeto de deseo por excelencia, captar la vida y el mundo”. La famosa novelista francesa Annie Ernaux, gran fuente de inspiración para el cine con El acontecimiento [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Anamaria Vartolomei
ficha de la película], Passion simple [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Danielle Arbid
ficha de la película] o J’ai aimé vivre là [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], decidió pasarse a la dirección junto a su hijo, David Ernaux-Briot, y lo hizo muy bien con Los años de Super 8 [+lee también:
tráiler
entrevista: Annie Ernaux y David Ernau…
ficha de la película], presentada en la Quincena de los Realizadores del 75º Festival de Cannes, un apasionante documental de archivos donde convergen el microcosmos de la vida familiar (y de una mujer en busca de la emancipación) y una década de mutaciones sociales en Francia y mucho más allá, todo dispuesto en un texto sutil y sublime leído en voz en off por la cineasta.

Como dejan entrever las líneas precedentes, el autor de este artículo es un fanático de la escritora. ¿Por qué? Por esta mezcla tan personal que refleja a la perfección una observación casi clínica de su entorno (en sus detalles a veces más banales, que terminan por componer una amplia gama muy reveladora) y una búsqueda existencialista que sigue intentando alcanzar su destino humano y sobre todo de mujer. Una personalidad artística que encuentra un terreno de expresión ideal en esta inmersión en las imágenes Super 8 captadas por su marido entre 1972 y 1981.

Retrato de una pequeña familia (en “los escenarios del hábitat de la nueva burguesía” en Annecy, y después en Cergy-Pontoise, con dos chicos que crecen, la pareja que se aleja, la anciana madre que vive en su casa y que devuelve a su hija el reflejo conflictivo de un origen más modesto, los veranos con la familia política en Ardèche), historias de viajes simbólicos de una época de apertura al mundo (en Chile en 1972 y un encuentro no grabado con Allende en el Palacio de la Moneda, en un pueblo de vacaciones cerca de Tánger, en Albania bajo control de Enver Hoxha, en Londres, en España, en Portugal y hasta en Moscú en 1981, sin olvidar el primer viaje a esquiar), etapas electorales de la vida política francesa (de Pompidou a Mitterrand) e itinerario de una ama de casa que se convierte en novelista: la película se desarrolla en un relectura meticulosa a varios niveles.

“Era a la vez alegre y melancólica. Era yo. Éramos nosotros”. Al recorrer estas huellas, estos fragmentos, Annie Ernaux y su hijo se suben durante 61 minutos al balancín del tiempo, los inicios, los baches de la vida, los lugares y los desaparecidos. Una reconstrucción que asume sesgos claros (no todo está dicho, ni mucho menos) y que teje un documental muy personal que da significado a una vida y aporta una mirada angular sobre toda una época.  

Los años de Super 8 ha sido producida por Les Films Pelléas. Totem Films gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del francés)