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CANNES 2022 Un Certain Regard

Crítica: The Silent Twins

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- CANNES 2022: Las hermanas gemelas no necesitan palabras en la extraña y conmovedora película de Agnieszka Smoczyńska, inspirada en una historia real

Crítica: The Silent Twins
Letitia Wright y Tamara Lawrance en The Silent Twins

Al cine le encantan los gemelos. Hay algo profundamente perturbador en el amor que se tienen y en su conexión, en sus vestidos idénticos de color azul bebé, como los de El resplandor, y en la forma que tienen de entenderse, que ni siquiera necesitan palabras. La directora polaca Agnieszka Smoczyńska lo sabe, pero aun así va más allá de lo obvio en The Silent Twins [+lee también:
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, una retorcida y triste historia de dos hermanas negras a las que no les gustaba demasiado el mundo que las rodeaba, así que decidieron crear el suyo propio.

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Esta película presentada en la sección Un Certain Regard en Cannes, que lamentablemente se fue con las manos vacías, es uno de los pocos ejemplos en los que un cineasta prometedor pasa a cosas más grandes mientras recupera de algún modo el control y, sobre todo, su propia personalidad. Smoczyńska, que debuta ahora en el cine inglés, entusiasmó al público con su curiosa película de sirenas cantantes The Lure [+lee también:
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, y luego optó por algo más apagado con Fugue [+lee también:
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. Esta película, protagonizada por Letitia Wright y Tamara Lawrance, de Black Panther, parece una combinación de ambas, de la locura y el desamor.  Y con éxito, además.

Es sorprendente que todo esto encaje tan bien en el estilo y la sensibilidad de Smoczyńska, sobre todo porque se trata de una historia real. June y Jennifer Gibbons eran reales: crecieron en Gales y, en un momento de su vida, dejaron de hablarse. Sus padres inmigrantes estaban confundidos ("¡No pasó nada malo!", explicaba su madre), pero tampoco le dieron mucha importancia. Hasta que las niñas decidieron salir de su habitación y adquirir experiencia en la vida, ya que después de algunos decepcionantes encuentros sexuales y actos de vandalismo, fueron consideradas inestables y enviadas a un hospital psiquiátrico. Según Marjorie Wallace, que posteriormente escribió un libro sobre su historia, permanecieron allí durante 11 años.

Este relato es peculiar, con ráfagas de cruel imaginación mientras las hermanas llevaban a cabo su plan inicial: más que nada, querían convertirse en escritoras publicadas. Hasta aquí, todo bien. Los cuentos que creaban y compartían entre ellas cobraban vida, y con estilo: con animación foto a foto y secuencias musicales, llenas de gracia y alegría. Aunque sólo ellas eran capaces de verlo. Cuando estaban solas, eran más parlanchinas que Robin Williams en Good Morning, Vietnam; incluso pretendían tener su propio programa de radio cuando eran pequeñas. Su mundo era cálido, pero se enfriaba cuando salían a la calle. Entonces, sólo eran dos niñas negras. Tristes, aisladas y obstinadamente silenciosas.

Lo interesante es que, aunque se trata de una historia muy concreta, hay algunos temas más importantes en juego. Puede que tenga que ver con la raza o el género, pero una vez más, alguien se esconde. Además, la sensibilidad e imaginación de estas chicas no se valora; se ven como psicosis.

Smoczyńska da a entender cómo era la vida de las hermanas Gibbons y que la compañía que encontraban la una en la otra era necesaria a veces. Pero algo salió mal, y es difícil decir cuándo, porque cuando los demás intentan separarlas, ya es demasiado tarde.

Las relaciones tóxicas pueden ser diferentes, y está claro que es posible tener una con una hermana. Y, sin embargo, los personajes de Smoczyńska no son para compadecerse, sino para redescubrirlos, tanto sus talentos profundamente guardados como sus voces. Es una película extraña, que pasa del cine de autor al de género y viceversa, y que demuestra que Smoczyńska puede aportar algo nuevo: emoción, claro, pero también extravagancia y diversión. "Se te da bien la tensión", le dice aquí un periodista a una de las hermanas. También se le da bien a esta directora.

The Silent Twins ha sido producida por la productora polaca Madants, la británica 42 y la estadounidense Kindred Spirit. Sus ventas internacionales corren a cargo de Focus Features.

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(Traducción del inglés por Ainhoa Seuret Manzano)

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