11/07/2022 - La comedia dramática de Adam Sedlák, en la que un joven traficante de drogas debe reunir 5.000 euros, recuerda por momentos a Trainspotting

“No os droguéis”, es el mensaje que el director Adam Sedlák transmite a su público al inicio de la proyección de su largometraje BANGER. [+lee también:
tráiler
entrevista: Adam Sedlák
ficha de la película], que ha tenido su estreno mundial en la sección Proyecciones especiales del 56.º Festival de Karlovy Vary. Filmada íntegramente en un iPhone, las imágenes inestables grabadas a mano siguen la odisea de un joven traficante y aspirante a músico a través de las calles nocturnas de Praga.

Según el protagonista, Alex (Adam Mišík) se dedica a traficar con el objetivo de conseguir el dinero suficiente para acceder a la industria de la música en TikTok. “No, solo te lo gastas en ropa”, le dice su observadora novia, Sára (Anna Fialová). Ella está harta de esta relación. Sus escapadas juveniles para esnifar cocaína han terminado, ya que acaba de graduarse y aspira a conseguir un trabajo de verdad. Sin embargo, Alex abandonó sus estudios y alardea sobre enfadar a los ricos y poderosos, mientras protagoniza rabietas infantiles frente al jefe de su novia.

Aunque es evidente, tanto para Sára como para el espectador, que esta relación ha llegado a su fin, Alex se aferra a la idea de que puede impresionarla con un "banger", una canción viral en redes sociales, que podría hacerle famoso y conseguir que todos hablen de él. No obstante, consciente de su limitado alcance, el joven quiere reclutar al rapero y estrella de Internet Sergei (Sergei Barracuda) para grabar este éxito. El mánager de Sergei les ofrece un trato: si recaudan 5.000 €, Sergei grabará la canción con ellos esa misma noche. Pero solo tienen hasta el inicio de su concierto para reunir la cantidad necesaria.

Para conseguir el dinero en tan poco tiempo, Alex y su amigo y productor Lád'a (Marcel Bendig) recurren a los mismos métodos que supuestamente Alex quiere dejar atrás. Tienen que vender cocaína, pero no queda suficiente para recaudar esa cantidad de dinero. Como haría cualquier traficante de poca monta, los dos comienzan a mezclarla con otras drogas en su guarida, una decisión que los perseguirá más tarde, después de haber recorrido la ciudad para vendérsela a invitados ricos en despedidas de soltero y clientes ansiosos en bares de la ciudad, mientras intentan asegurarse de que nadie muere por una sobredosis de este cóctel explosivo.

En su aterradora odisea a través de Praga, la ciudad es apenas reconocible, ya que el director de fotografía Dušan Husár mantiene la cámara muy cerca de la cara de sus personajes, en un enfoque casi íntimo. La sensación de realidad cruda y en directo aleja a la película de la trampa de un llamativo anuncio de drogas. Sin embargo, Sedlák no puede resistirse a hacer del subidón una experiencia de diversión y aventura durante la primera parte, a pesar de que los espectadores sabemos muy bien que pronto cambiará la suerte de los personajes. Lád'a asume el papel del drogadicto habitual, con sus comentarios extravagantes y su tolerancia aparentemente infinita ante cualquier sustancia que se presente ante él. Sára les lanza a todos miradas engreídas, pero desafortunadamente este no es su mayor defecto, como veremos más adelante.

A pesar de que BANGER. ofrece un viaje divertido y sombrío a través de la emoción y el peligro de las drogas, la película está muy arraigada en la cultura popular, la sociedad y las sensibilidades checas. Aunque cualquiera puede pasar un buen rato con ella, no todas las bromas desatarán todo su potencial ante un público más internacional. Sin embargo, la película garantiza una experiencia sincera e intensa.

BANGER. es una producción de Shore Points y Czech Television, distribuida por Bontonfilm.

(Traducción del inglés)