Crítica: And Then There Was Love…
- El segundo largometraje de Šimon Holý es una comedia peculiar y melancólica sobre dos generaciones que se esfuerzan por entenderse
Proyectado en la sección Proxima del Festival de Karlovy Vary de este año, el segundo largometraje del joven director Šimon Holý es una comedia melancólica y poco convencional caracterizada por una estructura narrativa lineal y una buena dosis de humor socarrón. Holý debutó con Mirrors in the Dark [+lee también:
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entrevista: Šimon Holý
ficha de la película] el año pasado, la historia de una bailarina en una encrucijada vital, proyectada en el mismo evento checo.
Su nueva película, titulada And Then There Was Love... [+lee también:
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entrevista: Šimon Holý
ficha de la película], gira en torno a una mujer de 60 años llamada Kristýna (Pavla Tomicová), desesperanzada, deprimida y en una búsqueda desesperada del amor. De alguna manera, Kristýna está convencida de que la mejor manera de afrontar sus problemas es viajar a las montañas de Vysočina. Allí, verá a una vidente, Zdena (Tereza Hofová), que le cobrará más de 600 € por una corta estancia en su casa, situada en una zona rural en medio de la nada, y le leerá el tarot. Sin embargo, Kristýna no viajará a las tierras altas sola, ya que obligará a su reticente hija treintañera, Sára (Sára Venclovská), a acompañarla y someterse a esta extraña “terapia exotérica”.
En general, Tomicová y Venclovská hacen un buen trabajo al retratar a los dos personajes principales. Kristýna está llena de frustraciones y demonios de su pasado, y está lista para creer en cualquier cosa que pueda animarla. Parece que le cuesta aceptar que ya no es joven. Pero no esperes ver a una señora obsesionada con cosméticos, cirugía plástica o estilos juveniles. Lo que Kristýna más echa en falta es la alegría y la libertad de su juventud, y esto hace a su personaje menos estereotípico y mucho más agradable. Mientras tanto, Sára parece ser una mujer más racional y sensata a la que le cuesta comprender por qué su madre sigue tomando malas decisiones, incluido un torpe flirteo con un compañero despreocupado que podría ser su hijo.
Sus conflictos permiten a Holý explorar con suficiente profundidad temas profundos como el choque intergeneracional y la crianza en una familia disfuncional. Aunque no son temas nuevos, la directora consigue que sean sencillos de ver en la pantalla a través de recursos cómicos inteligentes y diálogos íntimos interesantes.
Aquí, la vidente actúa como una especie de extraña mediadora. Los espectadores pueden dudar entre etiquetarla como una charlatana o alguien que realmente cree en la lectura de cartas como una herramienta para ayudar a las personas. Curiosamente, el personaje aparece a través de una historia de Instagram donde dice que será “el primer y último vídeo” que suba porque cree que “debe hacerlo”. La verdad es que está promocionando su “experiencia de lectura de cartas” a través de una extraña práctica de anuncio comparativo, donde dice que no cobrará “20 euros por responder a una sola pregunta” como ha hecho alguien hace poco.
El cierre del arco narrativo hace justicia al desarrollo de los personajes, y la última escena (el último plano en particular) deja un toque de ambigüedad sobre el personaje de Zdena y su actividad como lectora de cartas que gustará mucho a algunos espectadores.
And Then There Was Love…. es una producción checa llevada a cabo por šššššFilm, con sede en Hudlice, y Aerofilms, con sede en Praga.
(Traducción del inglés)
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