Crítica: La Petite Bande
por Fabien Lemercier
- Pierre Salvadori, experto en comedia inteligente, firma una película refrescante, tierna e inventiva sobre un grupo de preadolescentes que se convierten en guerrilleros ecológicos
“¿Estás preparado para llegar lejos para salvar a la naturaleza?”, “Vamos a prender fuego a la usina”. ¿Piensas que te vas a sumergir en una película de activismo ecológico radical al estilo Night Moves? Bueno, tranquilo, pues aunque la defensa del medioambiente es telón de fondo de La Petite Bande [+lee también:
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ficha de la película], por citar algunos ejemplos), ha puesto siempre en el centro de su trabajo al ser humano y al intento de estar juntos. Su nueva obra no escapa de este ideal cinematográfico alimentado por complicaciones divertidas (no siempre es fácil ponerse de acuerdo con los demás y las motivaciones de unos no necesariamente coinciden con las de otros), pero esta vez el cineasta ha añadido un desafío complementario (arriesgado): tener como protagonistas a preadolescentes de doce años.
En el patio de recreo de una pequeña ciudad situada en un verde monte corso bañado por el sol estival, Fouad (Mathys Clodion-Gines), Antoine (Aymé Medeville), Cat (Colombe Schmidt) y Sami (Redwan Sellam) empiezan una conversación sobre la contaminación escuchada en clase. Además, en el río local está prohibido el baño desde hace unos años debido a los desechos de una fábrica. En un malentendido ufano (que esconde un secreto), reforzado por intenciones amorosas secretas y por el efecto del grupo, nuestros cuatro protagonistas deciden incendiar el edificio. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo, pero el pequeño grupo desarrolla sorprendentes (y burlescos) recursos colectivos ingeniosos e imaginativos. Sin embargo, la misión se descontrola y nuestro cuarteto se encuentra atrapado en un engranaje de acciones ilegales cada vez más graves con el patrón de la fábrica (Laurent Capelluto) como invitado sorpresa, un quinto joven ladrón, Aimé (Paul Belhoste), integrado en los “Ninjas verdes”, y de los desacuerdos que amenazan la solidaridad del grupo mientras se involucra la policía…
La Petite Band, con un casting perfecto y un retrato muy preciso de cinco personalidades muy diferentes (del hijo del policía al hijo del recluso, del hijo del empleado a la hija del ejecutivo, del cobarde al valiente, pasando por el niño acosado en la escuela que sueña con ser superhéroe, etc.), es una película divertida que seducirá a todos los públicos. Es al mismo tiempo un relato clásico de aventuras (cabañas, binoculares, kayak, bicicleta, amistad, amoríos delicados o contenidos, etc.), una comedia entretenida rica en hallazgos (un guion eficiente escrito por el director y Benoît Graffin), un calco subyacente del universo de los cuentos (con el escudo del malvado monstruo contaminador atacado por caballeros) y una película universal que transmite todos los valores positivos que nacen de la voluntad de estar juntos, sin olvidar la doble dimensión ecológica (la resistencia a las degradaciones industriales y la inmersión en una naturaleza salvaje), donde el desconocido Pierre Salvadori transmite frescura, como un simple deseo de ser feliz.
La Petite Bande ha sido producida por Les Films Pelléas y coproducida por France 2 Cinéma. Wild Bunch International gestiona las ventas internacionales.
(Traducción del francés)
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