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Crítica: May Labour Day

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- La nueva película de Pjer Žalica es un relato decente pero anacrónico sobre cómo la guerra de hace 30 años aún rige la vida y las relaciones entre las personas en Bosnia

Crítica: May Labour Day
Admir Glamočak, Boris Isaković, Emir Hadžihafizbegović y Aleksandar Seksan en May Labour Day

A principios de la década de los 2000, Pjer Žalica era probablemente el cineasta más famoso y taquillero de Bosnia y Herzegovina, gracias a sus dos primeros largometrajes: Fuse [+lee también:
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(2003) y Days and Hours (2004). Tras este prometedor comienzo, su carrera empezó a mostrar altibajos, con algunos proyectos documentales muy personales, producciones que nunca se llevaron a cabo, una adaptación de una obra de teatro para la película The Frog [+lee también:
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, de Elmir Jukić, y una pieza de teatro filmado, Focus, Grandma! [+lee también:
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, que inauguró la edición (pandémica) del Festival de Sarajevo en 2020. El encuentro bosnio sigue teniendo a Žalica en alta estima, acogiendo el estreno de su último trabajo, May Labour Day [+lee también:
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, como película de clausura en su última edición, lo que significa que se proyectó simultáneamente en varias pantallas al aire libre en Sarajevo.

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El título proviene de la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, que se introdujo en Yugoslavia durante la época comunista. La tradición de celebrar esta fiesta con grandes reuniones e ingentes cantidades de comida ha continuado en todas las antiguas repúblicas federales, ahora estados independientes, y el grupo de amigos de mediana edad que protagoniza la película de Žalica no es una excepción.

Sin embargo, los planes de Numo (Admir Glamočak), Mujke (Aleksandar Seksan), Žuna (Emir Hadžihafizbegović), Cijo (Ermin Bravo), su antiguo vecino, Savo (Boris Isaković), que ha venido de visita desde Canadá, y en menor medida sus esposas, se ven alterados cuando su vecino, amigo y camarada de guerra, Fudo, es detenido por las fuerzas especiales, acusado de crímenes de guerra. La situación se complica todavía más cuando el discreto hijo de Fudo, Armin (Muhamed Hadžović), hace una visita inesperada, acompañado de su mujer embarazada, Diba (Labina Mitevska), e insistiendo en que tiene que llevar a cabo su propia investigación para limpiar el nombre de su padre antes de que sea demasiado tarde. A medida que fluye el alcohol y las conversaciones se vuelven más acaloradas, se reabren viejas heridas y salen a la luz resentimientos de la época de la guerra, que amenazan con arruinar no solo la celebración, sino también su amistad y espíritu comunitario.

El guion de Žalica cae en la trampa de inflar los personajes y las relaciones entre ellos, logrando que todo resulte más adecuado para una obra de teatro que para el cine, mientras que su estilo de dirección tampoco es especialmente innovador. Por otra parte, el cineasta aprovecha la ingeniosa dirección de fotografía de Almir Đikoli, así como las habilidades interpretativas de su elenco, formado por estrellas bosnias y ex-yugoslavas, aportando el espacio suficiente para cierta teatralidad y bravuconería, sin llegar a arruinar el sentido de la continuidad o el realismo de sus interpretaciones. Sin embargo, también emplea ciertos clichés, como tratar de dirigir las emociones del espectador a través de la banda sonora de Dino Šukalo. Con todo, el mayor problema de la cinta es probablemente el hecho de que Žalica se encarga también de la edición, por lo que cualquier posibilidad de recortar y pulir la película para hacerla más directa y efectiva fue sacrificada para que el cineasta pudiera mantener un control absoluto sobre la obra.

Si la única intención de Žalica fuera señalar que esta guerra, ocurrida hace 30 años, sigue marcando la vida de la gente en Bosnia y Herzegovina, podríamos considerar May Labour Day como un éxito. El problema es que Žalica no aporta nada especialmente nuevo, ya que se trata de asuntos ampliamente conocidos, tanto en el país como en el extranjero. Si hubiera llegado unos 15 años antes, la película habría sido un buen acompañamiento para las primeras obras del cineasta, pero hoy en día resulta bastante anacrónica, tanto por su tema como por su ejecución.

May Labour Day es una coproducción entre Bosnia y Herzegovina, Croacia, Serbia, Macedonia del Norte y Montenegro, producida por Art Forum, Propeler Film, Sisters and Brother Mitevski, Backroom Productions, Baš Čelik y Aba Film.

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(Traducción del inglés)

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