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VENECIA 2022 Competición

Crítica: Hasta los huesos: Bones and all

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- VENECIA 2022: Luca Guadagnino propone un melodrama tan delicioso que incluso podría ser el mejor plato de esta edición del festival

Crítica: Hasta los huesos: Bones and all
Taylor Russell y Timothée Chalamet en Hasta los huesos: Bones and all

Luca Guadagnino, un director hábil pero a menudo un poco fanfarrón, se difumina ligeramente en su nuevo trabajo. A consecuencia de ello, Hasta los huesos: Bones and all [+lee también:
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, que se proyecta en competición en el Festival de Venecia, es una historia sorprendentemente modesta e íntima sobre una chica que tiene un secreto a la que han abandonado dos veces (Taylor Russell) y que busca a su propia familia. Por supuesto, en ocasiones tiende a ser explícita, como debe ser, pero por alguna razón al cabo del tiempo su aspecto más llamativo deja de impactar.

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No tiene sentido seguir pasando de puntillas por encima de este aspecto: aquí Guadagnino habla de unos caníbales jóvenes en toda regla. Pero en lugar de ofrecernos un vídeo desagradable con clase, nos presenta la típica historia de amor que tanto adoraban los (buenos) directores en los años 70, un primo moderno de Malas tierras o Bonnie y Clyde con vaqueros rotos, muy a la moda. Los amantes huyen, como es habitual de algo que llevan dentro.

Esta película es un compendio de cosas diferentes: es un melodrama, una película de miedo y también una road movie, y funciona en cada uno de esos géneros. No hay ninguna posibilidad de que se convierta en otro éxito inesperado como Call Me by Your Name [+lee también:
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, si tenemos en cuenta los matices oscuros y la sangre que salpica los hermosos rostros de Russell y Timothée Chalamet. Pero sigue siendo impresionante, con Guadagnino mirando a Chalamet del mismo modo que Milack miraba a Gere hace tantos años: un ejemplo perfecto de cómo el cine independiente y el género cruzan sus caminos y se abren paso en el predecible programa del festival.

Pero esto no quiere decir que no haya muchas rarezas, y de hecho Mark Rylance y Michael Stuhlbarg prueban hasta dónde pueden llegar y luego deciden saltar aún más. Mientras que la joven pareja es conmovedora y espléndida, los "comedores", mucho más mayores, son de todo menos eso: los años de soledad les han dejado medio tocados y desesperados, sedientos de una conexión, ciñéndose a sus respectivas "reglas" aunque no haya nadie cerca para comprobarlo. Se limitan a deambular, plenamente conscientes de que solamente la violencia les reportará cercanía. Y en gran medida les parece bien.

Sin embargo, estos dos están dispuestos a intentar ir un paso más allá. Es una historia extraña sobre la aceptación del monstruo interior y quizá también sobre ese gran sueño de encontrar a alguien que no se decida marcharso cuando han salido a la luz todos los secretos. Pero claro, cuesta decir si aquí el amor salva o únicamente destruye.

Cuando la Maren de Russell pasa de: “Pensaba que era la única" a darse cuenta de que siempre hay gente, el descubrimiento no es un instante feliz. Están demasiado rotos como para enseñarle a sobrevivir o a ser feliz. Pero entonces llega el “chica conoce a chico”, y el chico se ceba con alguien que claramente se lo merecía después de gritar a una madre en una tienda. Lo más fácil sería caer en la burla, pero es demasiado bueno, tan bueno que todo adquiere un cierto tinte romántico.

Luego hablan tranquilamente de sus “primeras veces”, dejando claro que el trabajo de canguro no es el mejor del mundo, o hablan de la experiencia más sublime para criaturas como ellas. Es la experiencia de devorar a alguien por completo, con huesos y todo, y hay algo casi inquietantemente erótico en ese concepto. Si uno tuviera que aventurarse en el territorio de las tesis de instituto, su premisa podría verse como una metáfora de muchas cosas, de gente que se siente rechazada por su sexualidad, su raza o su origen, pero Guadagnino es demasiado inteligente y no ahoga a nadie con un mensaje excesivamente simple. Ese hombre tan retorcido sencillamente parece disfrutar del hermoso viaje y encontrar la salvación en una maldición.

Hasta los huesos: Bones and all es una coproducción entre Italia y Estados Unidos. Está producida por Frenesy Film Company y Per Capita Productions, en colaboración con The Apartment Pictures (una compañía Fremantle), Memo Films, 3 Marys Entertainment, Ela Film y Tender Stories.

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(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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