03/09/2022 - VENECIA 2022: La ópera prima de la británica Georgia Oakley relata las dificultades de ser gay en la Inglaterra de Thatcher a través de la historia de una profesora obligada a esconder su identidad

Rosy McEwen en Blue Jean

No es fácil ser gay en un país donde, por ley, la homosexualidad se equipara con la pedofilia, especialmente si trabajas como profesor. Esta era la situación en la Inglaterra de Margaret Thatcher, retratada por la directora británica Georgia Oakley en su ópera prima, Blue Jean [+lee también:
tráiler
entrevista: Georgia Oakley
ficha de la película], seleccionada en la competición oficial de las Giornate degli Autori 2022 en Venecia.

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Es el año 1988, y la administración Thatcher acaba de aprobar una ley que iguala a los homosexuales con los pedófilos, considerándolo un estilo de vida “desviado” (se trata de una enmienda homófoba llamada “Sección 28”, que estuvo vigente hasta 2003). Jean (Rosy McEwen) es una profesora de gimnasia muy respetada, que mantiene una buena relación con sus alumnas. Durante el día, se ocupa de entrenar a las chicas del equipo de netball de la escuela, mientras que por la noche frecuenta en secreto bares de ambiente gay, donde se reúne con su novia Viv (Kerrie Hayes) y sus amigas lesbianas. En los medios de comunicación de la época se promueve una atmósfera de homofobia generalizada, a través de informativos, programas de entrevistas y vallas publicitarias. Una homofobia que se refleja también en el entorno cercano de Jean, tanto en el trabajo como en su familia. La protagonista sabe que si sus compañeros descubren su verdadera identidad, perdería su trabajo y le sería casi imposible encontrar otro. En ese momento, una profesora gay era algo inconcebible porque “los jóvenes tienen mentes vulnerables”, y el sentimiento general era que esa “epidemia de lesbianismo” tenía que ser erradicada de alguna manera.

Ante esta situación, cuando una problemática alumna nueva, Lois (Lucy Halliday), empieza a visitar el mismo bar que frecuenta Jean, esta entra en una espiral de paranoia tan intensa que no la deja dormir, poniendo su relación con Viv en grave peligro. Jean, que estuvo casada con un hombre (para deleite de su hermana beata), se siente poco a poco acorralada, y está convencida de que no hay sitio para personas como ella en la sociedad. A diferencia de sus amigas del bar, e incluso de la propia Viv, que ha adoptado una postura clara en lo que se refiere a su identidad, Jean se esconde de todas las formas posibles, pero la situación se le va cada vez más de las manos, ya que la presencia de la impetuosa Lois se convierte en una amenaza cada vez más urgente, que inicia una serie de incontrolables reacciones en cadena.

Gran parte de la película recae sobre Rosy McEwen, concretamente sobre su rostro, que expresa con elegancia todos los matices del viaje interior y la angustia de su personaje, así como la vergüenza que siente hacia sí misma por no haber logrado convertirse en un modelo a seguir, un referente de orgullo y libertad para la joven Lois. La directora, que también escribió el guion, captura con ingenio (no carente de cierta ironía) los cimientos de la homofobia y el patriarcado que, durante los años de propagación del sida, se filtraban en las conversaciones más mundanas. Con Jean, Oakley ha creado un personaje real, auténtico, con sus miedos y faltas, un personaje con el que es fácil empatizar, hasta el punto de sentirnos tan incómodos como ella en su propia piel.

Blue Jean es una producción de Kleio Films, con el apoyo de Creative England, el BFI, BBC Films y Creative Skillset. Film Constellation se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del italiano)

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Georgia Oakley, Rosy McEwen
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