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VENECIA 2022 Orizzonti

Crítica: The Happiest Man in the World

por 

- VENECIA 2022: Treinta años después, la guerra en Bosnia sigue estando bajo la superficie, con heridas a punto de volver a sangrar, como demuestra lo nuevo de Teona Strugar Mitevska

Crítica: The Happiest Man in the World

Los principios nunca son del todo nuevos, sino que se ven acechados e influidos por experiencias del pasado. Asja (Jelena Kordić Kuret) tiene 45 años, está soltera y no pierde la esperanza de formar una familia. Su madre la ha apuntado a un evento de citas rápidas, una oportunidad para conocer gente. Pero incluso en estos momentos tan insospechados pueden desencadenarse traumas y trazarse nuevas líneas en la arena, como muestra The Happiest Man in the World [+lee también:
tráiler
entrevista: Teona Strugar Mitevska
ficha de la película
]
, de Teona Strugar Mitevska, que se ha estrenado en la sección Orizzonti de la 79ª edición del Festival de Venecia.

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Asja se ve encerrada en un hotel de estilo brutalista, lo que le permite rememorar los viejos tiempos de Yugoslavia, y se somete a un circo exigente y algo embarazoso de camisas rosas a juego, etiquetas con el nombre e incómodos juegos sociales. Las habitaciones entre las que se pasean los participantes tienen nombres ilustres como Zúrich y Basilea, pero el lugar en sí sugiere poco de la tristemente famosa neutralidad de Suiza. En el exterior, la ciudad es un conglomerado de arquitectura moderna y edificios en los que los agujeros de bala de hace décadas siguen dibujando patrones aterradores.

Una vez dentro, resulta feo comprobar que la división cultural sigue asomando la patita. "¿No eres serbia?" es una de las primeras preguntas que la compatriota de Asja, Aida (Vedrana Božinović), hace inmediatamente a la cita que le han asignado. En otras rondas de preguntas, las afiliaciones religiosas se tratan menos como un sistema de creencias y más como una forma de identificar grupos nacionales. Ser serbio, croata o musulmán puede seguir siendo una línea de demarcación.

La cita de Asja, Zoran (Adnan Omerović), empieza a traspasar estos límites. No ha venido a buscar el amor; ha venido a buscar el perdón. Su emparejamiento con Asja no es una coincidencia. Los dos tienen un pasado común, un pasado que tendrán que revisitar a lo largo del evento, que se va volviendo cada vez más explosivo con cada confrontación, con cada pregunta formulada y con cada respuesta dada.

Entre las actividades de grupo, las mediocres opciones del menú y un ramillete de pintorescos personajes, que van desde veteranos y víctimas de la guerra hasta personas nacidas después de la misma, Asja no puede evitar convertir el pasado que comparte con Zoran en un tema de debate público, convirtiendo a sus compañeros, que han ido a buscar el amor, en juez, jurado y verdugo de la figura de él. Pero después de todos estos años, ¿cuál es la respuesta adecuada? Eso es lo que parecen plantear Teona Strugar Mitevska y su coguionista, Elma Tataragić. Las respuestas en sala son muy variadas. Todos están traumatizados y, como declara Aida, "tu historia no es más importante que otras". Sabina (Mona Muratović), que no nació en el conflicto, se muestra molesta, mientras que el veterano Asim (Iduzin Bajrović) prefiere hablar de tácticas de guerra.

Strugar Mitevska deja que estos momentos estallen en un caos filmado muy de cerca, que sirve de yuxtaposición a la armonía anterior que se alimentó durante los juegos. Pero incluso en esos momentos, en los que la confianza parece estar a la orden del día, no dejan de surgir instantes de incertidumbre y duda. La confesión de que el acoso que sintió Asja de niña es el peor recuerdo de su infancia enfurece a Zoran. "¿Por qué mientes?", le grita. Momentos después, cuando se le pide que diga tres verdades y una mentira, dos de sus respuestas son: "Soy el hombre más feliz del mundo" y "he estado en Marte", lo que hace que uno se pregunte si es cierto que hizo ese viaje al espacio exterior.

En general, The Happiest Man in the World es una interesante aproximación a los traumas que se alargan en el tiempo, sin dejar de emplear un humor seco y socarrón al acercarse a la vergüenza y el consiguiente caos de participar en las citas a ciegas.

The Happiest Man in the World es una coproducción entre Macedonia del Norte-Bosnia-Bélgica-Croacia-Dinamarca y Eslovenia, producida por Sisters and Brother Mitevski, Entre Chien et Loup, Vertigo, Frau Film, Terminal 3 y SCCA/pro.ba. Pyramide International gestiona sus ventas internacionales.

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(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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