VENECIA 2022 Fuera de competición
Crítica: Siccità
por Camillo De Marco
- VENECIA 2022: La película de Paolo Virzì es una distopía inspirada en la reciente pandemia de Covid, que pone en escena de manera sarcástica a una humanidad irremediablemente enferma
La ciudad de Roma está prácticamente vacía a causa de una sequía, el Tíber se ha visto reducido a una pista de rally y los antiguos puentes de la ciudad se extienden ahora sobre el polvo y los escombros que una vez estuvieron sumergidos en el agua. Tras 367 días de racionamiento, la población se rebela, y en las abrasadoras calles de la capital se cruzan las vidas de una serie de personajes, a los que ni el propio Robert Altman sería capaz de seguir la pista. A través de Siccità [+lee también:
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ficha de la película], presentada fuera de competición en la 79.ª Mostra de Venecia, Paolo Virzì ofrece un relato distópico surgido durante el confinamiento de 2020, y lo hace armado con la fuerza de un reparto y una producción de dimensiones cósmicas, que le han ayudado a crear imágenes creíbles de una ciudad proyectada en un futuro seco y marchito, como solo podría ocurrir por culpa de los seres humanos.
El amplio abanico de personajes incluye a un convicto que ha matado a su esposa (Silvio Orlando), que se encuentra casualmente expulsado de la prisión y decide encontrar a su hija; un taxista improvisado (Valerio Mastandrea) que consume grandes dosis de cocaína para mantenerse despierto y que habla indistintamente con sus padres muertos y con un antiguo líder de la izquierda que se quitó la vida, a quienes imagina sentados donde van los verdaderos pasajeros; una doctora que trabaja en un hospital (Claudia Pandolfi), expareja del taxista y actual esposa de un abogado que no la ama (Vinicio Marchioni, que está ligando con una antigua compañera de la escuela, que a su vez está casada con el actor de teatro convertido en bloguero viral Tommaso Ragno); un antiguo sastre de alta costura cuya carrera terminó en desgracia (Max Tortora); un experto en hidrología (Diego Ribon) que se convierte en una estrella de la televisión (al igual que los virólogos durante la pandemia); un empresario y su hija (Emanuela Fanelli), que están desviando agua; un par de músicos homosexuales, y Monica Bellucci, que se interpreta a sí misma. La película también presenta a los hijos de algunos de estos personajes y a un niño de Malí.
Los destinos de todos estos personajes se solapan, a menudo con efectos devastadores. Siccità podría resumirse mediante una declaración del hijo adolescente del bloguero: “Hay tanto odio ahí fuera que ni te lo imaginas”, porque la intención del director de El viaje de sus vidas [+lee también:
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Q&A: Paolo Virzì
ficha de la película] y de sus guionistas (Francesca Archibugi, Paolo Giordano y Francesco Piccolo) es retratar, con un sarcasmo extraordinariamente oscuro y mordaz, una sociedad enferma y sin remedio, cuya patología se ve agravada por diversas emergencias: ecológica, humanitaria y geopolítica. Se trata de una enfermedad que afecta por igual a todas las generaciones, géneros y grupos sociales. Virzì no se corta a la hora de retratar este hervidero a punto de explotar. Mientras tanto, en el seco lecho del río Tíber, vemos a un hombre vestido con una túnica junto a su esposa embarazada montada en un burro.
Siccità es una producción de Wildside y Vision Distribution, que también se encarga de las ventas internacionales en colaboración con Sky y Prime Video.
(Traducción del italiano)
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