15/09/2022 - Hasta los perros regalan interpretaciones sobresalientes en esta nueva, divertida e irregular radiografía -múltiple- de las ridiculeces humanas, que Cesc Gay vuelve a arrojarnos a la cara

Maribel Verdú, Nora Navas y Alexandra Jiménez en Historias para no contar

Decía el legendario Cecil B. DeMille que una película debe empezar con un terremoto y continuar subiendo en emoción e intensidad hasta el final. Cesc Gay se aplica el cuento y en su nueva película, Historias para no contar [+lee también:
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entrevista: Cesc Gay
ficha de la película], una comedia urbana y coral integrada por cinco piezas independientes, comienza con la más potente, que promete hora y media de ingenio y comicidad, pero ese deseo no se ve plenamente cumplido porque después del seísmo de risas inicial no sigue un tsunami igual de intensamente divertido y original.

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Presentada en la sección Special Presentations del Festival de Toronto, antes de pasar por la gala RTVE del 70º Festival Internacional de Cine de San Sebastián (donde también lo hizo, en 2020, su anterior largometraje, Sentimental [+lee también:
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ficha de la película]), Historias para no contar (título que parece homenajear a las televisivas Historias para no dormir del gran Chicho Ibáñez Serrador) regala al espectador uno de los elencos más selectos del cine español, con nombres como los de Antonio de la Torre, Maribel Verdú y José Coronado, entre otros muchos.

Precisamente Coronado protagoniza el episodio más flojo de un conjunto fílmico que se disfruta con la misma ligereza con que se ojea una revista de decoración (las casas, cafeterías y súper mercados donde transcurren las escenas son cuquis hasta decir basta), mientras De la Torre –junto a una maravillosa María León y un Álex Brendemühl que te llevarías a una isla desierta– y el dúo Chino Darín – Anna Castillo arrancan las mayores sonrisas en los dos fragmentos que abren este film y donde el inicial es pura comedia de situación, con un sorprendente Javier Rey que parece haberse empollado la filmografía de Cary Grant.

Pero, aparte de ese desnivel de interés a lo largo de su metraje, Historias para no contar es una película con el sello Cesc Gay súper orgullosa de portarlo: asentada en diálogos chispeantes y reconocibles, mete otra vez el bisturí entre las grietas de la personalidad humana y sus recovecos, sobre todo cuando se trata de relaciones de amor, amistad y… rivalidad profesional.

Porque las miserias que aliñan a todo ser humano son retratadas por el cineasta junto a su coguionista habitual (Tomás Aragay) en los sketches agrupados en esta cinta: estructura episódica que ya empleó este dúo artístico en Una pistola en cada mano [+lee también:
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ficha de la película], hace diez años. Celos, mentiras, envidia, manipulación, desconfianza, prejuicios, cobardía, invasión de la intimidad ajena, ridículo y cotilleo son solo algunas de las perlas que jalonan esta galería de pequeños pecados capitales diseñada para reírnos de nosotros mismos.

Historias para no contar está producida –como es habitual en el cine de Cesc Gay– por Marta Esteban para Imposible Films y Nocontarfilm AIE, y cuenta con la participación de RTVE, Movistar Plus+ y Televisió de Catalunya. La estrenará Filmax en salas de cine españolas el 25 de noviembre.