20/09/2022 - Jaime Rosales retrata en su nueva película –descafeinada por momentos, intensa en otros– la evolución sentimental de una joven madre, interpretada por Anna Castillo

Cuatro años después de aquella tragedia de aroma clásico titulada Petra [+lee también:
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ficha de la película] (que llegó hasta la Quincena de los Realizadores de Cannes), Jaime Rosales presenta en la sección oficial del 70º Festival de San Sebastián su séptimo largo, Girasoles silvestres [+lee también:
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ficha de la película], que se aleja de aquella línea de culebrón para abrazar la sobriedad y el reflejo de lo cotidiano relatando, a modo de tríptico, la relación de una mujer (encarnada por Anna Castillo) con tres hombres (interpretados por Oriol Pla, Quim Ávila y Lluís Marqués).

Castillo –la actriz del momento: además de aquí, también interviene en lo último de Cesc Gay, Historias para no contar [+lee también:
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ficha de la película], y en la serie Fácil [+lee también:
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ficha de la serie], de Anna R. Costa, títulos asimismo presentes en este certamen vasco– es Julia en este film: una madre de dos críos que, aunque se lo advierten, se enamora de un hombre que rezuma tanto encanto como toxicidad. Cuando esa relación naufraga, buscará recuperar la que tuvo con el padre de sus hijos, para terminar su odisea amorosa en brazos de un hombre “más inteligente que guapo”.

Esos tres episodios le sirven a Rosales para dibujar la evolución sentimental de su protagonista, desde el dejarse llevar por la diversión juvenil y el arrebato sexual, a intentar reconstruir algo roto o tomar las riendas de su vida cuando ésta le da serios reveses. La Julia valiente que dibuja Castillo a partir del guion escrito por el cineasta y Bárbara Díez (ya productora de anteriores trabajos de Rosales como Petra y Hermosa juventud [+lee también:
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ficha de la película]) no se conforma con lo que llega, sino que avanza, aprende a distinguir lo que no desea y sigue buscando la felicidad y el equilibrio.

Pero esta película que se abre y cierra con canciones del grupo flamenco rock Triana y está impregnada de una luz amable que camufla sus zonas oscuras y turbias, no acaba de alzar el vuelo narrativo de anteriores trabajos de Rosales: su reflejo detallado de lo cotidiano, de las rutinas, acaba entorpeciendo con su reiteración el ritmo de una historia que, de tal calculada y discreta, demanda brío, energía y emoción.

A favor, hay que destacar la elegancia del director para no mostrar de forma explícita la violencia doméstica, recordar los protocolos diseñados para casos de abusos y dejar a la inteligencia del espectador la opción de completar sus elipsis. También muestra distintas masculinidades –de la más cromañón a la moderna, pasando por la inmadura e indecisa– y reincide en temas recurrentes de su autor: la soledad (o la necesidad imperiosa de esquivarla), las relaciones personales y los giros bruscos de la vida, sacudida por los acontecimientos.

Girasoles silvestres es una coproducción entre las compañías españolas Fresdeval Films, A Contracorriente Films y Oberón con la francesa Luxbox. De sus ventas se ocupa Film Factory Entertainment y de su distribución en España A Contracorriente Films, que la estrena en salas de cine el próximo 14 de octubre.