email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

SAN SEBASTIÁN 2022 Competición

Crítica: Pornomelancolía

por 

- Manuel Abramovich presenta una película arriesgada en la que ficción y realidad se confunden para poner sobre la mesa cuestiones poco tratadas en el cine de autor contemporáneo

Crítica: Pornomelancolía
Lalo Santos en Pornomelancolía

El Festival de San Sebastián está acostumbrado a las polémicas. Esta edición del festival ha provocado debates encendidos desde antes de inaugurarse, y una de las responsables de esta circunstancia ha sido Pornomelancolía [+lee también:
tráiler
entrevista: Manuel Abramovich
ficha de la película
]
. La película del cineasta argentino Manuel Abramovich, candidata a la Concha de Oro, se sitúa a medio camino entre la ficción y el documental para ofrecer una mirada insólita al mundo del porno de la mano del actor de cine para adultos Lalo Santos. Al anuncio de su selección en el certamen le siguió un largo hilo en twitter del propio Santos, en el que manifestaba su arrepentimiento por haber participado en un film en cuyo proceso de rodaje dice haberse sentido vulnerado y desprotegido por el equipo responsable. Teniendo en cuenta el altísimo nivel de exposición física y psicológica del protagonista de esta película, es difícil no enfrentarse a su visionado sin prejuicios y reparos.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

La escena que abre la película deja claro lo que nos quiere contar. Vemos a Lalo en medio de una ciudad abarrotada de gente, el hombre permanece estático y aparentemente perdido hasta que rompe a llorar desconsoladamente sin que nadie se inmute. El aislamiento y la desconexión del ser humano del siglo XXI en un contexto de hiperconexión tecnólogica es un tema fundamental que Abramovich pone sobre la mesa. Pronto vemos que esta falta de contacto real contrasta con la agitada vida virtual del protagonista, que dedica gran parte de su tiempo a compartir imágenes sexualmente explícitas de sí mismo en sus redes sociales. Y lo hace con éxito, son muchos los hombres que interactúan con su contenido, le mandan mensajes expresando su admiración y sus ganas de follar con él.

La cámara acompaña a Lalo constantemente, su vida es solitaria, el teléfono móvil es una presencia constante y en sus pocas interacciones con el mundo real el protagonista no parece muy involucrado. La película no escatima en imágenes en las que el cuerpo cincelado por el deporte y el enorme pene de Lalo se muestran sin reparos. A medida que el protagonista profesionaliza su actividad, participando en una producción porno con otros hombres (las mujeres apenas aparecen a lo largo del metraje), las reflexiones en torno al sexo, su representación en la esfera pública y los tabúes que todavía acompañan a una de las actividades más naturales del ser humano se vuelven más ricas y profundas.

Es especialmente conmovedor y desconcertante un fragmento en el que Lalo y sus compañeros de rodaje hablan de sus intimidades familiares de forma abierta y honesta. De fondo, la imagen borrosa de un hombre practicando una felación a otro hace palpable ese contraste entre las diferentes parcelas de lo que consideramos íntimo. Abramovich consigue ofrecernos una mirada estimulante y sensible del mundo del porno, mostrando la forma en la que muchas personas viven su sexualidad valiéndose de las herramientas virtuales. Y lo hace gracias a la absoluta entrega de Lalo Santos, que no deja un centímetro de su piel y su alma sin exponer.

Es por esto último que resulta tan frustrante y descorazonador saber que el rodaje de la cinta fue traumático para su protagonista, y que pasado el tiempo no pueda sentirse orgulloso de un trabajo valiente y merecedor de todos los elogios.

Pornomelancolía es una producción de la argentina Gema Films, la brasileña Desvia Filmes, la francesa Dublin Films y la mexicana Martfilms. Luxbox [+lee también:
tráiler
entrevista: Manuel Abramovich
ficha de la película
]
se encarga de las ventas internacionales.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy