23/09/2022 - El debutante Mikel Gurrea irrumpe con fuerza en el panorama cinematográfico español con este sólido, fiero y desasosegante duelo de contradicciones y ambigüedades humanas

No es la primera vez que una ópera prima española compite por la Concha de Oro del Festival de San Sebastián desde su sección oficial; basta recordar Alas de mariposa, de Juanma Bajo Ulloa, que allá por 1991 se alzó con el máximo galardón del certamen vasco. De esta misma ciudad es oriundo Mikel Gurrea, quien debuta en la dirección de largometrajes con Suro [+lee también:
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entrevista: Mikel Gurrea
ficha de la película] (“corcho”, en catalán), una película que destaca sobre el resto de sus rivales españolas en este apartado a concurso por su solidez, brío y madurez narrativa.

Protagonizada por Vicky Luengo (impactante en la serie Antidisturbios [+lee también:
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entrevista: Rodrigo Sorogoyen
ficha de la serie]) y Pol López (visto en El sustituto [+lee también:
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ficha de la película]), se abre y cierra con sendos bailes: en el primero una pareja da rienda suelta a su complicidad, sex-appeal y pasión; en el final sólo uno de sus integrantes danza, lleno de rabia. Entremedias ha transcurrido la crónica de una lenta desintegración de aquellos lazos iniciales que parecían sólidos, vapuleados por los vientos de las ideas y el fuego de una nueva realidad a la que enfrentarse.

Porque los pensamientos de ambos personajes centrales, contradictorios como los somos todos, quedan perfectamente intuidos gracias a un guion, escrito por el propio Gurrea junto al argentino Francisco Kosterlitz, a través del cual se va descubriendo, como a esos alcornoques a los que se despoja de su piel, lo que hay realmente debajo.

Con elementos naturales indómitos y estructuras sociales enraizadas amenazando el proyecto personal de estos jóvenes arquitectos, el film también despelleja las servidumbres del capitalismo, las mutaciones de las ideologías y el cambio de principios cuando varía nuestro rol en las mecánicas empresariales. La inmigración, el trabajo clandestino y el racismo serán además detonantes de esta bomba de relojería que aumenta su intensidad según avanza su metraje.

Dialogada en catalán y rodada en localizaciones del Alt Empordà (Girona) donde se trabaja en la extracción de corcho, Suro se apoya tanto en el brioso trabajo de sus actores profesionales (¡esas miradas!) como en el de los naturales, auténticos peladores que otorgan verdad a las escenas rurales, algo que también sucede en Secaderos [+lee también:
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entrevista: Rocío Mesa
ficha de la película], de Rocío Mesa, otra primera película también proyectada aquí, en la sección New Directors.

Pero que el equipo que capitanea José Luis Rebordinos, director de este evento cinematográfico que cumple 70 años, haya decidido que esta ópera prima juegue en la primera división del certamen rubrica la confianza puesta en ella por el festival, que ya la apoyó desde su cantera Ikusmira Berriak. Por eso, que termine recolectando algún premio (ya ha logrado, hace unas horas, el de la Asociación de Guionistas Vascos) no sería sorpresa.

Suro es una producción de Lastor Media, Malmo Pictures e Irusoin. La distribuirá en España, a partir del 2 de diciembre, A Contracorriente Films y gestiona sus ventas internacionales la agencia Reason8 Films desde el Reino Unido.