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ZURICH 2022

Crítica: Rubikon

por 

- La directora Magdalena “Leni” Lauritsch se hace importantes preguntas sobre la moralidad humana en su primer largometraje, pero no puede siempre ofrecer una historia cautivadora a la altura de ellas

Crítica: Rubikon
George Bladgen, Julia Franz Richter y Mark Ivanir en Rubikon

Grabar tu primer largometraje y localizarlo en un lugar exigente requiere cierta valentía. La directora austriaca Magdalena “Leni” Lauritsch aceptó este reto y localizó su primer largometraje, Rubikon [+lee también:
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ficha de la película
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, en el espacio. Con un presupuesto ajustado y un reparto internacional en un estudio en Viena, su aventura en el espacio afronta la cuestión moral de la responsabilidad contra la supervivencia. La película se estrenó en Europa en julio en el Festival de Karlovy Vary, y en cines austriacos el 16 de septiembre. Ahora está en competición en la edición 18ª del Festival de Zúrich y se mostrará en el Festival de Sitges en octubre.

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“Cuidarte no debe avergonzarte, Hannah”. Este es el consejo que le da el biólogo Dimitri Krylow (Mark Ivanir) a la soldado Hannah Wagner (Julia Franz Richter) en un momento de desesperación. Es 2056 y el poder no está en manos de los gobiernos, sino en manos de las empresas. Hannah y el científico Gavin Abbott (George Blagden) acaban de llegar en la estación espacial Rubikon. Dimitri, que se encuentra a bordo, ha estado realizando una serie de experimentos con algas que producen oxígeno, y la misión es monitorizar la entrega de la planta madre en la Tierra, donde escasea el aire limpio.

Sin embargo, poco después del lanzamiento del transbordador, con Danilo (Konstantin Frolov) el hijo de Dimitri a bordo, una señal de peligro avisa a la estación. Algo va mal. No hace falta decírselo a Hannah, Gavin y Dimitri, lo pueden ver. Una nube tóxica envuelve toda la atmósfera de la Tierra, lo que causa que pierdan el contacto. Al shock le sigue la incertidumbre, hasta que por fin se pueden poner en contacto. El giro inesperado, sin embargo, es que están hablando con un grupo de 300 directores generales importantes, que han conseguido salvarse a costa del resto del mundo, civiles y soldados, como Knopf (Hannah Rang), la ahora fallecida hermana de Hannah.

La cuestión de cómo los tres supervivientes deben actuar es donde Lauritsch se separa de la estratagema común entre las películas de propaganda militar.  No le interesa que Hannah y sus compañeros se lancen a solucionar el problema, quiere explorar el conflicto de la mente, dándole vidilla con el mensaje medioambiental ¿Deberían ayudar a esta gente, con el riesgo de morir ellos? ¿O deberían quedarse en el Rubikon, sabiendo que podría convertirse en su casa permanente? Gavin quiere ayudar, mientras que Dimitri quiere quedarse y Hannah se queda atrapada en el medio.

Como espectador, tendemos a felicitar a los personajes por no tomar decisiones arriesgadas por primera vez, por no crear un conflicto forzado, pero falta algo. El dilema moral y la tendencia a la falta de acción llevan a la película a un callejón sin salida. No pasan suficientes cosas en sus dos horas de duración, y lo que sí pasa no es complejo ni está lo suficiente cargado metafóricamente para ser cautivador. Además de la crítica al capitalismo en un mundo donde gobiernan los directores generales y las empresas, comete el mismo error que estas instituciones, pasa por alto el factor humano. Los personajes no se desarrollan lo suficiente tras haber sufrido tantos conflictos y pérdidas.

A pesar de que Rubikon impresiona con sus efectos especiales de bajo presupuesto y el diseño de producción de Johannes Mücke, que ya ha trabajado con Roland Emmerich. Aquí crea una estación espacial habitada, pero estilosa, que recuerda a taquillazos como Alien: el octavo pasajero. A Rubikon a veces le falta un punto, pero un es primer contacto perfecto en este género para una carrera prometedora de Leni Lauritsch.

Rubikon ha sido producida por el grupo austriaco Samsara Filmproduktion GmbH y Graf Filmproduktion GmbH y se vende internacionalmente por The Playmaker Munich.

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(Traducción del inglés por Helena Martínez)

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