Crítica: La inspiración: El gran Pirandello
por Vittoria Scarpa
- En la creativa cinta de Roberto Andò, Luigi Pirandello encuentra la inspiración para su obra más revolucionaria en el encuentro con dos enterradores con un talento para el teatro
En 1921, Luigi Pirandello trajo su obra más admirable, Seis personajes en busca de autor, al escenario del Teatro Valle de Roma, una obra tan innovadora que al final de la función, estalló una verdadera pelea, donde el público gritó: “¡Vergüenza!”, “¡Locura!” y “¡Fraude!” y dejó clara su desaprobación hacia el atrevido experimento de Pirandello. Pero, ¿cómo se le ocurrió escribir esta obra, que rompía la cuarta pared y las normas de la puesta en escena, al gran dramaturgo siciliano, que recibió el Premio Nobel de Literatura trece años después? Roberto Andò imagina la respuesta a esta pregunta en La inspiración: El gran Pirandello [+lee también:
tráiler
ficha de la película], una película que los asistentes al 17º Festival de Roma tuvieron la suerte de ver en un estreno en la sección Grand Public.
La película se basa en un hecho real: el viaje que emprende Pirandello (que tiene el aspecto de Toni Servillo) a su Sicilia natal después de varios años de ausencia, con motivo del 80 cumpleaños del escritor Giovanni Verga (estamos en 1920), al que el autor de El difunto Matías Pascal había sido invitado a dar un discurso. A partir de aquí, el director y sus coguionistas, Massimo Gaudioso y Ugo Chiti, imaginan un obstáculo que obliga a Pirandello a quedarse en su Girgenti natal (ahora Agrigento) durante más días de lo previsto, debido a la muerte de su querida niñera (Aurora Quattrocchi). Y, en este contexto funerario, el autor siciliano conoce a Sebastiano y Onofrio (el dúo cómico Salvo Ficarra y Valentino Picone), los dos sepultureros la ciudad que de día ayudan al escritor a garantizar un entierro decente para la difunta, y por la noche intentan hacer teatro, dirigiendo una compañía de teatro amateur compuesta por varios conciudadanos de dudoso talento.
Pirandello, que se encuentra en medio de una crisis creativa y en busca de inspiración para su próxima obra, escudriña, observa, reescribe, baja de su pedestal y se permite dejarse llevar (y entretenerse) por este destartalado grupo de actores. Durante el estreno de su farsa y estudiando las interacciones alegres que tienen lugar entre actores y espectadores, Pirandello encuentra la idea para su nueva obra, que trascenderá todas sus obras anteriores y marcará un punto de inflexión entre el teatro moderno y contemporáneo.
La singularidad de la visión de Andò es la forma en que despoja a Pirandello de su (muy merecido) monumentalismo y elimina cualquier densidad intelectual de su proceso creativo para dejarlo vivir y respirar, mientras destaca la inquietud interna del protagonista. La stranezza es “una película sobre teatro que también analiza al público”, como explica el propio director: por un lado, está el público que acepta, entretenido, estas descripciones absurdas, y por otro, está el público que protesta cuando se encuentra con una nueva forma de hacer teatro porque todavía carece de las herramientas necesarias para comprenderlo.
Realidad y ficción, drama y comedia son fusionados con gracia en esta película agradable y original que ofrece cameos ilustres (Renato Carpentieri interpreta a Giovanni Verga y Luigi Lo Cascio interpreta al líder de la compañía de teatro a cargo de Seis personajes), y que se enfrenta al desafío más evidente, como demuestra el cartel de la película, de reunir a un actor serio como Toni Servillo y al popular dúo cómico Ficarra y Picone. Una “rareza” que finalmente da en el blanco.
La inspiración: El gran Pirandello ha sido producida por Bibi Film y Tramp Limited; Medusa Film y RAI Cinema unen sus fuerzas por primera vez, en colaboración con Prime Video. La película será lanzada en 450 cines italianos el 27 de octubre, cortesía de Medusa. True Colours se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del italiano)
