Crítica: Polaris
por Marta Bałaga
- La directora española Ainara Vera combina un fuerte lazo entre dos hermanas y el Ártico, y consigue que tenga mucho significado

Se pasa frío al ver Polaris [+lee también:
tráiler
entrevista: Ainara Vera
ficha de la película]. Además, al principio no puedes ver mucho, con el viento incesante y la nieve que oscurece una silueta diminuta, lo que complica escuchar su voz tenue. Está claro que sufre, se siente aislada, y sin embargo, continúa.
Hayat es una marinera experta en el Ártico. Seguirla es divertido, no solo porque se queja bastante, sino también porque desde el principio llama a alguien “tocapelotas”. Pero, cuando su hermana Leila da a luz en Francia, ambas empiezan a pensar en sus decisiones y en el pasado complicado de su familia, ni hablar de los círculos viciosos que no quieren volver a repetir.
El documental de Ainara Vera, que llegó al Mirage Film Festival después de su estreno mundial en la sección ACID de Cannes, es simplemente muy conmovedor. Tampoco es muy sentimental, lo que se agradece, sus protagonistas nunca lo permitirían.
Conforme ambas avanzan respectivamente en sus recorridos igualmente aterradores, quejándose sobre el tabaquismo excesivo en el proceso, se revela mucho dolor. Hayat habla sobre la dura relación con su madre, sobre cómo fue tomarse finalmente un café con ella de mayor y darse cuenta de que “no era una mala persona, tan solo no era su madre”. Vera parece saber que una declaración como esa, que sale del alma, es dura de hacer. Quizás, por eso mantiene la película relativamente sencilla.
Hay más que aclarar: el miedo de un niño que va a crecer sin un padre, el miedo de ser mujer en un mundo de hombres, sobre todo cuando te encuentras en un barco rodeada de ellos durante largos períodos de tiempo. “Como mujer, si eres un poco atractiva, es muy difícil. Consume mucha energía”, dice Hayat, que menciona demasiadas interacciones inapropiadas y reacciones “frías” a sus intentos de mejorar la situación. Hablan por teléfono, comparten y se calman la una a la otra. Podemos decir que Polaris es una historia de amor, por falta de una expresión mejor.
Conocida como la editora de Viktor Kossakovsky, al parecer, conoció a Hayat gracias a su Aquarela [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Victor Kossakovsky
ficha de la película], Vera aquí también se encarga de diferentes puestos. Antes que nada, es una buena oyente, lo que normalmente hace que alguien sea un buen director. También es capaz de relegar a su historia y sus protagonistas a un segundo plano, dejarles hablar y que ellos mismos lleguen a sus propias conclusiones. Incluso por teléfono, si es necesario.
Polaris fue producida por las compañías francesas Point du Jour International y Les Films du Balibari, y la danesa Ánorâk Film. En Francia se distribuye de la mano de Jour2fête, mientras que The Party Film Sales se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés por Helena Martínez)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.