07/11/2022 - La cinta de terror italo-belga de Paolo Strippoli es una película postpandémica que lleva al extremo los miedos, la rabia y las tensiones sociales amplificadas por las redes sociales

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ficha de la película], de Paolo Strippoli, hay algo malo y tóxico en las alcantarillas de Roma, donde la antigua Cloaca Maxima sigue en pie 2.500 años después. Luego de haberse proyectado en varios festivales especializados en fantasía –Austin, Estrasburgo, Sitges, Curtas, Brooklyn--, la película se estrenó en Italia dentro del programa Alice nella Città de la Fiesta del Cine de Roma, y ahora aterriza en el Trieste Science+Fiction Festival.

Una sospecha envenena la mente, dispara los instintos más violentos y contamina a la familia Morel. El padre, Thomas (el actor belga Fabrizio Rongione), es un hombre con un pasado brillante que ahora es la sombra de lo que fue: parece abatido y deambula entre pequeños trabajos y el cuidado de su hija pequeña, Barbara (Aurora Menenti), que ya no puede caminar. Su hijo mayor, Enrico (Francesco Gheghi), es un adolescente rebelde con tendencias provocadoras y autodestructivas. Padre e hijo se culpan el uno al otro de una tragedia del pasado, que el director desvela durante un largo flashback en la escena final, y que ocurrió cuando todavía eran una familia feliz que incluía a la madre, Cristina (Cristiana Dell’Anna). Y, como suele ocurrir, los conflictos y las explosiones de rabia se vuelven cada vez más comunes en su edificio de apartamentos, en las calles, en el supermercado y en toda la ciudad, que está bien grabada por Cristiano di Nicola, con colores oscuros y lentes anamórficas, y a la que hace más perturbadora la música de Raf Keunen.

El segundo largometraje de Strippoli (después de la película de Netflix La clásica historia de terror [+lee también:
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ficha de la película], codirigida por Roberto De Feo), dividido en capítulos que aluden al ciclo del agua (evaporación, condensación, precipitación…) y que da un giro decisivo hacia el “gore” en la mitad del metraje, es “una película de terror emotiva”, como describió el jurado del Premio Franco Solinas 2017 al guion de Jacopo Del Giudice, de 27 años, mientras nombraba al ganador. Un guion que se ha reescrito varias veces y en cuya versión más reciente han participado Del Giudice, el director y Gustavo Hernández.  

“Película de terror emotiva” es la mejor forma de describir la tendencia, que también vemos en el cine italiano reciente, hacia la hibridación de películas sociales y de género. Varios guionistas y directores jóvenes están aprendiendo a usar los códigos de las películas de terror (o de los westerns o de películas de ciencia ficción) para ofrecer un discurso simbólico sobre actitudes contemporáneas. Se están inclinando hacia las películas de género para evitar un modelo de cine de autor que se ha vuelto cada vez más egoísta. De la misma manera que la primera película de zombies de George A. Romero ofrecía una reflexión sobre el racismo, el capitalismo y el consumismo, y Jordan Peele usa el terror para criticar el liberalismo estadounidense (Déjame salir) y los peligros del entretenimiento (Nope), en este periodo posterior al Covid los directores pueden jugar con cualquier miedo que sienta una sociedad preocupada por las pandemias, la amenaza de una guerra nuclear y las crisis ecológicas. El origen posterior a la pandemia de Piove se hace evidente en cómo la película lleva las tensiones nacidas de las constricciones y restricciones –amplificadas por el trasfondo constante y ansioso de las redes sociales-- hasta el extremo. Y no puede no echar raíces en la zona geográfica del terror. Strippoli deja clara esta relación con el presente en una nota del director: “La Roma que vemos en Piove está siempre a punto de estallar, y no se aleja mucho de la realidad. Solo hay que estar en la cola de un supermercado, en el correo, en un atasco o en un autobús abarrotado para sentir la ira que se abre camino entre las personas. Esa misma ira alimenta los peores ejemplos de política de la actualidad y da lugar a los ataques más groseros en las redes sociales, que nos vuelven cada vez más individualistas”.

Piove es una coproducción entre Italia y Bélgica, llevada a cabo por Propaganda Italia, hecha en asociación con Polifemo y GapBusters. La película se estrenará en los cines italianos el 10 de noviembre, y será distribuida por Fandango, mientras que RAI Com gestionará las ventas internacionales.

(Traducción del italiano)