14/11/2022 - El debut del emergente director británico Thomas Hardiman es un enjoyado homenaje a los grandes peinados, y a los artistas que son capaces de crearlos

Reino Unido tiene la reputación de ser un lugar poco acogedor socialmente, donde la gente prefiere mirarse los zapatos a hacer contacto visual, pero esto cambia totalmente cuando alguien se sienta en el sillón de la peluquería. Ya sea una peluquería de alto standing o una de barrio, es uno de los pocos lugares en los que se baja la guardia de los británicos, permitiéndose hablar, cotillear y darse consejos de cuidados personales con total libertad, a veces incluso entre clases sociales que no se relacionarían de otra manera.

El joven director británico Thomas Hardiman ha elegido que su primera película, Medusa Deluxe [+lee también:
tráiler
ficha de la película], proyectada esta semana en Estocolmo, tras su estreno mundial en Locarno, muestre la imagen que tanto le fascina de la peluquería como punto de encuentro igualitario entre la clase alta y baja, en medio del ambiente ajetreado de un concurso regional de peluquería, con lo que logra un resultado similar al reality show RuPaul’s Drag Race si se hubiese grabado como Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia). Libres de los cortes de pelo a la moda o de solo cortar las puntas de su día de trabajo, estos extravagantes artistas del cabello, por fin, se han reunido para acicalarse e idear unos tocados al estilo georgiano o trenzas, parece que Hardiman (que también se encarga del guion) se lo ha inventado todo, pero seguro que por cierto precio te los puedes encontrar en los barrios más caros de Londres.

Además, Medusa Deluxe es una intriga criminal auténtica, ese subgénero tan de moda, aunque los clichés de la primera escena con el cadáver y el grupo de sospechosos son pistas falsas, una excusa para crear una pieza conjunta transversal y un retrato comunitario al estilo de Robert Altman, del que Hardiman se ha influenciado. Asimismo, es un ejemplo de cierto tipo de película de festival de principios de la década de 2020, con su vistosa fotografía de una sola toma, su fluidez sexual y sus numerosos filtros de neón, es un concepto elevado y atractivo que seguramente le ayudó a pasar por varias reuniones de presentación. El resultado parece una idea prometedora que claramente merecía ser vista, pero que no ha dado buenos frutos, especialmente como obra dramática.

Nunca llegamos a ver a Mosca, el peluquero competidor que ha fallecido, ni tampoco vemos sus rapados de miedo. En lugar de eso, Hardiman se centra en sus compañeros y personas cercanas, como el promotor teatral de la competición René (Darrell D’Silva), un examante de Mosca, con un tupé de

Elvis bien acicalado y patillas bien arregladas. Angél (Luke Pasqualino), la pareja de la víctima, se encuentra al otro lado del triángulo amoroso, y su contrabando y distribución de medicación contra la caída del pelo le da otro rizo al misterio.

Hardiman, con su experiencia en bellas artes y anuncios publicitarios, proporciona un alto contacto visual que contrarresta los elementos menos interesantes de la película. Los diálogos son teatrales y mordaces, lleno de insultos graciosos: “me cago en ti y en el Pantene Pro-V” dice uno de la mandona de Cleve (Clare Perkins), sospechosa principal. Aunque depende de los desvíos arbitrarios y convenientes de la trama para llevar a la obra a su fin, el director trasciende a través de su pasión contagiosa y justificada sobre el pelo, y su papel para realizarse a uno mismo, como un becario ingenuo en una peluquería de alto standing. Solo que aquí, el cliente sentado es un espectador de cine, y el cine es un medio para crear algo creativamente valioso.

Medusa Deluxe es una producción británica realizada por EMU Films y Time Based Arts, con apoyo de BBC Film y el BFI. New Europe Film Sales gestiona las ventas mundiales.

(Traducción del inglés por Helena Martínez)