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SEVILLA 2022

Crítica: Hole in the Head

por 

- El irlandés Dean Kavanagh encuentra una imaginativa forma de conectar el cine experimental y el narrativo en un largometraje sobre el narcisismo, el cuidado de los demás y el cine

Crítica: Hole in the Head
John Curran y James Devereaux en Hole in the Head

“Nadie es capaz de pensar realmente en nadie, incluso en la peor desgracia”. Con esta cita de La Plaga, de Albert Camus, empieza Hole in the Head [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, del director irlandés Dean Kavanagh, proyectada en el Festival de Sevilla. Pero la película complica ese sentimiento inicial, ya que sugiere que una de las razones por las que puede ser difícil cuidar es que a las personas les cuesta entenderse las unas a las otras.

Las meta dimensiones de tal indagación en el contexto de la pantalla son casi vertiginosas: ¿el mayor reto al que se enfrenta un director, si no la necesidad de hacer que otras personas se interesen por la película? ¿Y lo mucho que eso depende primero de ayudar a los extraños a entender lo que están viendo, lo que está en juego, y por qué importa la película?

Kavanagh hace esta conexión explícita con el cine centrándose en un personaje que también es director. John Kline Jr (John Curran) está haciendo una película sobre sí mismo (en concreto, sobre sus padres, que lo abandonaron en extrañas circunstancias). Nada de esto queda claro desde el principio: Kavanagh decide empezar la película con imágenes llamativas pero desconcertantes, que muestran a John escuchando una grabación o lanzando un maniquí que se parece mucho a él desde una colina. De hecho, la película está dividida en dos extremos, con secuencias experimentales por un lado, y episodios claramente narrativos por otro, que rozan lo mundano. 

La razón para este lapso no es necesariamente obvia, y en este sentido, la película parece una especie de misterio. Después del puzzle de secuencias del principio, somos obsequiados con una granulosa montaña de fotografías familiares acompañadas de una narración que explica en términos inequívocos lo que estamos viendo: los antepasados de John Kline Jr. Desde las escenas casi abstractas del principio, contrastadas con esta secuencia de explicación práctica, aterrizamos en medio de algún lugar: es decir, la realidad. La siguiente toma muestra a un actor grabando la voz superpuesta que hemos escuchando antes, mientras el propio John está sentado junto a él. Parece que este director, mudo desde el día en que sus padres lo abandonaron, vive en mundo donde, por necesidad, comunicarse significa dejar las cosas muy claras (usa una máquina que dice en voz alta lo que escribe). Pero si él no intenta comunicarse, las cosas pronto pueden volverse confusas y arbitrarias.

La dinámica se explora en la parte central de la película, que se sumerge en el proceso de creación de la película biográfica de John. John ha reunido en una mansión —que, según él, pertenece a su familia— a los dos actores contratados para interpretar a sus padres, así como al ingeniero de sonido. Aunque se trata de un reparto y de un equipo muy pequeño, la tensión aumenta rápido, en gran parte debido a la frustración del reparto con respecto a lo que les piden que interpreten. La cita de Camus sería una explicación atractivamente trágica, pero John puede ser el auténtico “villano” aquí: cuando el actor cuestiona una línea del diálogo, el director se niega a revisar el guion y le pide que interprete la escena tal y como se ha escrito. Percibe a sus actores como herramientas para ser usadas por él, una actitud que más tarde lo llevará a un lugar inquietante.

Sin embargo, Kavanagh permanece unido a la perspectiva inusual de su protagonista, que   permite muchas perspectivas experimentales a veces señaladas como sueños de John, y a veces no. Lo que en realidad son no tiene mucha importancia, y Hole in the Head se aprecia mejor como una obra refrescante, libre e inventiva con forma y textura, narrativa y abstracción, formatos cinematográficos y sonidos. La película, por momentos confusa y conmovedora, lúgubre y divertida, construye un final tan extraño como poderoso.

Hole in the Head es una producción irlandesa llevada a cabo por Anja Mahler.

(Traducción del inglés)

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