15/11/2022 - El documental de Gianluca Matarrese explora las bambalinas del mundo de la alta costura siguiendo a tres personajes que gravitan a su alrededor

Casey Spooner (izquierda) y Violet Chachki (derecha) con Jean-Paul Gaultier (centro) en Fashion Babylon

Del esplendor de las pasarelas a las habitaciones de hotel baratas, en busca de reconocimiento y, posiblemente, de dinero para pagar el alquiler, en el contexto de un mundo de la moda atrapado en la transición entre dos épocas separadas por la pandemia. Escrita y dirigida por el director italiano afincado en París Gianluca Matarrese (premiado en el Festival de Turín en 2019 por Fuori tutto y ganador del Queer Lion de Venecia en 2021 con La dernière séance [+lee también:
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entrevista: Gianluca Matarrese
ficha de la película]), Fashion Babylon [+lee también:
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ficha de la película], proyectada en el 63.º Festival dei Popoli de Florencia, tras su estreno mundial en el CPH:DOX de Copenhague, es un documental que ilustra la otra cara del mundo de la moda, y lo hace centrándose en la excepcional vida cotidiana de tres personajes que gravitan a su alrededor e intentan brillar reflejando su luz, entre una semana de la moda y otra en París, Milán y Nueva York.

Michelle Elie, también conocida como la "Reina del estilo callejero", es una antigua modelo de origen haitiano y una ávida coleccionista de vestidos monumentales. Ya no la invitan a los desfiles de moda, pero, de un modo u otro, siempre se las arregla para entrar. La estadounidense Violet Chachki, nacida como Jason Dardo, es una artista de burlesque orgullosa y provocadora, ganadora de la séptima temporada de RuPaul's Drag Race (un reality show que consiste en una competición de drag queen), está siempre en la carretera, cambiándose en su coche entre desfiles de moda. Casey Spooner es un artista y músico estadounidense, influencer de moda ("el espectáculo ya no está en la pasarela, sino en mi Instagram"), que ha cumplido su sueño de vivir en París y acudir a las fiestas más exclusivas, mientras recibe abrigos y zapatos gratis (y hasta un bolso para su madre) que luego publicita en sus redes sociales, pero no tiene dinero para pagar el alquiler, a no ser que venda alguno de los accesorios de Prada que le han regalado.

En un primer momento, es precisamente Casey Spooner quien nos ofrece una introducción a los desfiles de moda, empezando por las jerarquías y las estrategias logísticas en torno a las pasarelas: dónde te sientas, quién está a tu lado y a quién tienes delante determinan quién eres y qué importancia tienes, como en la corte de los reyes. Posteriormente, acompañamos a Casey junto a Violet Chachki durante los preparativos en el hotel, mientras eligen los vestidos "de escena" con los que deberán impresionar y ser fotografiados en los márgenes de los desfiles. También los vemos interactuando en sus redes sociales con sus escasos pero afectuosos seguidores. Mientras tanto, Michelle Elie luce sus descomunales vestidos, que presentan ciertas dificultades a la hora de atravesar puertas, arrastrando su enorme equipaje por la carretera y planeando una exposición con todo el vestuario que ha coleccionado. Los tres se encuentran frente a las pasarelas. La palabra clave parece ser el "exceso": lo importante es llamar la atención, atraer los flashes de los fotógrafos y ganarse un pequeño hueco en el efímero Olimpo de los creadores de tendencias ("un día eres una estrella, y al siguiente eres un payaso"), entre un selfie con Jean-Paul Gaultier, besos y abrazos con Chloë Sevigny, fugaces bromas con Céline Dion y un vistazo a la "reina" Anna Wintour, obviamente siempre en primera fila.

"Grandeza", "Esplendor" y "Decadencia" son los tres capítulos en los que está dividida la película, que tiene el don de representar, con vivacidad y a través de algunos episodios significativos, la ambivalencia de este mundo basado en el lujo, la belleza y las apariencias, pero también en la frustración y la incertidumbre, donde es posible pasar de los focos al anonimato a la velocidad de un giro de pasarela, y donde a veces las lágrimas brotan de ojos muy vidriosos. La película de Matarrese también ofrece una oportunidad para reflexionar sobre un modelo de producción cuya velocidad, en el nuevo mundo pospandémico, ya no se considera sostenible (como se ve en el caso de Giorgio Armani). Sería interesante explorar, tal vez en un trabajo posterior, qué aspectos de ese modelo (y de ese frenesí) han cambiado realmente.

Fashion Babylon es una producción de Bellota Films con la participación de France Télévisions. La londinense Limonero Films se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del italiano)