29/11/2022 - En su divertido primer largometraje, Titas Laucius enseña al espectador cómo conseguir la nulidad matrimonial a través de la iglesia católica... y no morir en el intento

Giedrius Savickas y Rasa Samuolytė (derecha) en Parade

Estamos ante una pequeña y divertida película que demuestra que en la vida es posible reírse de todo, incluso del tribunal de la Iglesia Católica. Una institución que permite a sus creyentes obtener anulaciones matrimoniales y comprometerse de nuevo en el altar, siempre que estén dispuestos a pasar por unos cuantos aros. Y a responder a preguntas cada vez más entrometidas sobre su vida sexual.

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entrevista: Titas Laucius
ficha de la película], de Titas Laucius, presentada en la competición de óperas primas del Festival Black Nights de Tallin, el matrimonio en cuestión lleva tiempo divorciado, incluso tienen nuevas parejas e hijos, pero ¿qué importa? A los ojos de la Iglesia, y de la novia de su exmarido, Miglė (Rasa Samuolytė) sigue siendo la única mujer en su vida. Ella accede a ayudar (después de todo, su madre acaba de morir), pero pronto se encuentra viendo de nuevo los vídeos de su boda acompañada por un montón de curas.

“Anular” un matrimonio de muchos años, con hijos de por medio, es un concepto extraño, aunque ya no resulta tan misterioso, en parte gracias a algunas celebridades mediáticas. La simple mención del tribunal asusta a la gente. “Te quemarán como a una bruja”, insinúa un alma caritativa, pero Laucius se compromete a mantener cierta ligereza en la obra. Sería fácil imaginar esta historia como un relato increíblemente doloroso o aterrador, en el que una mujer se ve obligada a revivir indiscreciones cometidas 20 años antes, mientras estaba de acampada. Sin embargo, Miglė no se asusta fácilmente, y aunque quiere que su ex (Giedrius Savickas) sea feliz (o eso dice), no va a aceptar que la pinten como a una villana.

El carácter absurdo de todo este proceso invita a la comedia amable, y Laucius, que también firma el guion, ofrece constantemente frases lapidarias y situaciones incómodamente divertidas. “Maldita sea, me has asustado, creía que era la otra”, dice una chica tras descubrir que su abuela ha muerto, mientras su padrastro taxista se dedica a airear los secretos de la familia delante de sus clientes, que se retuercen incómodos en sus asientos. Esta familia tiene problemas, y a veces sienten celos de los demás, pero también hay mucho amor y calidez, mucho más que acusaciones.

Si hay algo que entorpece la historia es la subtrama sobre la orquesta infantil, que Miglė prepara para una actuación importante, un auténtico desfile que parece sacado de una película totalmente diferente y que literalmente acaba embarrado en medio de la nada. Por otra parte, es un placer observar a Samuolytė, a la que descubrimos en Nova Lituania [+lee también:
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entrevista: Karolis Kaupinis
ficha de la película] (2019), a menudo confusa y reaccionando con rapidez. Especialmente cuando miente sobre la embriaguez de su ex en su propia boda. “Ese olor en el altar… Todos estos años pensé que era el cura”. No es una declaración muy educada, sobre todo teniendo en cuenta a su público de hombres con alzacuellos, pero como ellos mismos dicen: pedid y se os dará.

Parade es una producción de la lituana afterschool production.

(Traducción del inglés)