29/11/2022 - La sensible cinta de Çiğdem Sezgin, protagonizada por la cantante turca Nurcan Eren, se sumerge en el solitario mundo interior de una mujer independiente que lucha contra el imperturbable patriarcado

Los matrimonios de conveniencia son tratos comerciales apenas disimulados, por lo que las cartas están sobre la mesa desde el principio, lo que también ocurre al comienzo de Suna [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de Çiğdem Sezgin, que acaba de proyectarse en la sección Critics’ Picks del festival Black Nights de Tallin. En la escena de apertura de esta lúgubre película, Suna (Nurcan Eren), una mujer de cincuenta años con una delicada belleza, le dice abiertamente a su futuro marido (Tarık Papuççuoğlu) que disfruta de su libertad y su espacio personal, y que durante su matrimonio deberá tener la posibilidad de estar sola siempre que le apetezca. Él promete no controlarla, pero las cosas no resultan ser así. ¿Es él el único culpable, o podría deberse también a la atmósfera opresiva de la Turquía rural, que no permite versiones diversas de las relaciones entre hombres y mujeres? Sea cual sea la respuesta, la crítica social no parece ser el objetivo de esta película. El ambiente viciado y tradicional es solo el telón de fondo sobre el que observamos las ensoñaciones melancólicas de Suna, con su fumar contemplativo, su vagar sin rumbo, sus resacas, su emoción y su desesperación, que dibujan un retrato de su carácter y constituyen la textura real de la película. La narración es solo el esqueleto de este retrato polifacético de una mujer que parece decidida a defender su libertad a cualquier precio, incluso poniendo en riesgo su propia supervivencia física.

No recibimos mucha información sobre Suna, aparte de que vivió en Alemania con un hombre que resultó ser un mentiroso, que trabajó como limpiadora y como extra en producciones de cine, y que no tiene más posesiones que una maleta con ropa (una situación que la ha llevado a optar por un matrimonio concertado a pesar de su edad). Esas pinceladas incompletas en su biografía añaden ciertos detalles a su naturaleza rebelde, reforzada a nivel visual por su chaqueta de cuero, que se convierte en un recordatorio molesto para su nuevo marido, ya que simboliza su falta de voluntad a obedecer, por lo que la obliga a llevar el abrigo de su difunta esposa. Aburrida de la naturaleza mundana de la vida diaria con este hombre de mente estrecha, que la trata como a un animal, y asqueada por la obligación oficial de satisfacer sus necesidades físicas (tanto culinarias como sexuales), la mujer se deja llevar en arriesgadas noches de fiesta en un intento de superar su depresión. El único rayo de luz en sus solitarios días son sus esporádicos encuentros con un crítico de cine de Estambul (Fırat Tanış), que busca refugio con frecuencia en una casa del pueblo para escapar de la vida urbana. Suna se siente al mismo tiempo revitalizada y triste por su compañía, ya que representa la relación íntima que tanto desea, pero que no puede tener.

Tras su anterior largometraje, Kasap Havasi  (2015), que también abordaba el tema de los matrimonios concertados, Çiğdem Sezgin vuelve a explorar la presión de las normas sociales que pesan sobre la vida de las personas, retratando a un personaje femenino que se enfrenta a la sofocante elección entre sobrevivir y preservar su integridad personal. La equilibrada interpretación de Nurcan Eren, que expresa un caleidoscopio de emociones a través de sus miradas y suspiros, se complementa con el trabajo de cámara de Ersan Çapan, que capta magistralmente el estado de hüzün (palabra turca que significa "melancolía") en los angustiosos movimientos corporales de la actriz o en la propia naturaleza. La esencia poética de la película, reforzada por secuencias con una duración perfecta, en los momentos oportunos, nos sumerge en la historia y facilita que nos identifiquemos con la heroína, cuyo anhelo de compartir una conexión humana en un mundo dominado por los aspectos más prácticos resulta contagioso.

Suna es una producción de la turca Kule Film, coproducida por la española Tarannà Films y la búlgara Baky Films.

(Traducción del inglés)