email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

BLACK NIGHTS 2022 Competición Óperas primas

Crítica: Phi 1.618

por 

- El primer largometraje del animador búlgaro-canadiense Theodore Ushev es un cuento de hadas distópico que cuestiona el progreso científico rodeado de decadencia post-comunista

Crítica: Phi 1.618
Deyan Donkov y Martina Apostolova en Phi 1.618

Cada país del bloque del Este ha generado sus propias reflexiones cinematográficas sobre su pasado totalitario y han seguido haciéndolo a lo largo de las tres últimas décadas tras la caída del Muro de Berlín. En el caso de Bulgaria, los análisis fílmicos más profundos fueron iniciados por el guionista y productor Vladislav Todorov que, además de su trabajo en el cine, escribió libros sobre estética política y gobierno global. Por este motivo, no es de extrañar que las tres películas basadas en sus novelas sean disecciones de la autoridad totalitaria: Zift [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, de Yavor Gardev; The Color of Chameleon [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Emil Christov
ficha de la película
]
, de Emil Chistov, y Phi 1.168 [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, de Theodore Ushev, que acaba de tener su estreno internacional en el festival Black Nights de Tallin. Mientras que las dos primeras se sumergen concretamente en la realidad del pasado comunista búlgaro, la última utiliza como ambientación el popular monumento Buzludja del Partido Comunista Búlgaro. Sin embargo, el alcance de su crítica social es mucho más universal.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

El título de la película hace referencia al número áureo y al empeño humano por alcanzar la perfección. Phi 1.168 describe un mundo que ha llegado a tal punto, aparentemente al precio de la destrucción masiva: en un ambiente post-apocalíptico, la clase dominante, conocidos como bio-titanes, han eliminado el dolor y alcanzado la inmortalidad, mientras que los bajos fondos están habitados por los desagradables y mortales urungels, que existen solo para servir como donantes. La reproducción ya no es necesaria, al igual que las mujeres, por lo que la más bella entre la especie femenina, Fia (Irmena Chichikova), ha sido congelada, a la espera de ser despertada por aquel que vuelva a añorar la intimidad. Su nombre es Krypton (Deyan Donkov), un bio-titán encargado de copiar y preservar todos los libros creados por la humanidad. El único libro prohibido resulta ser otra mujer etérea llamada Gargara (Martina Apostolova), que puede curar con lágrimas, envenenar con sangre y comunicarse telepáticamente. Esta mujer acompaña a Krypton en un viaje entre los plebeyos antes del lanzamiento de la nave espacial de los bio-titanes, cuyo propósito es conquistar el Cosmos (con el decadente Buzludzha convertido en cápsula); un viaje de iniciación hacia la verdad y el amor, como en cualquier buen cuento de hadas.

En este género, moldeado por las normas de la ciencia ficción filosófica, pero que acaba desviándose de ellas, el experimentado artista y animador Theodore Ushev visualiza las ideas de Todorov mediante un impulso experimental, mezclando imágenes fotográficas retocadas con fragmentos de animación, un diseño industrial vanguardista con reminiscencias gráficas del realismo socialista, y un gusto refinado con elementos vulgares, inspirados en la cultura turbo-folk-pop actual de Bulgaria. Seguramente por ese motivo, la película parece contemporánea y retro al mismo tiempo, lo cual encaja con su propio concepto, que se encuentra en el límite entre el arte conceptual y el romanticismo. En esencia, la trama revela el control social como lo hacen todas las distopías de ciencia ficción, poniendo de manifiesto la conclusión obvia, aunque ignorada, de que la mortalidad y el dolor forman parte de estar vivos. Si los eliminamos, tal vez sigamos existiendo, pero es muy cuestionable que sigamos viviendo.

Difícilmente podríamos calificar Phi 1.168 como una obra emocionante, ya que apenas logramos conectar a nivel emocional, aunque la trama condena la pérdida de la pasión y los sentimientos en un mundo gobernado por la tecnología. Sin embargo, es sin duda una experiencia intelectual y estética gratificante, con innumerables referencias visuales y culturales ocultas bajo su construcción narrativa aparentemente simplificada, para que los espectadores puedan recrear tantas versiones como les permitan su contexto cultural y su fantasía.

Phi 1.618 es una producción de las búlgaras Moviemento y Peripeteia, coproducida por las canadienses Bravo Charlie y mtd:tv.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del inglés)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy