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BERLINALE 2023 Panorama

Crítica: Do You Love Me?

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- BERLINALE 2023: En su segundo largometraje, la directora ucraniana Tonya Noyabrova nos sumerge en el mundo de una adolescente que crece en Kiev un año antes de la disolución de la Unión Soviética

Crítica: Do You Love Me?
Karyna Khymchuk en Do You Love Me?

En su segundo largometraje, Do You Love Me? [+lee también:
tráiler
entrevista: Tonya Noyabrova
ficha de la película
]
, estrenado a nivel mundial en la sección Panorama de la Berlinale, la directora ucraniana Tonya Noyabrova nos sumerge en el mundo de una adolescente que crece en Kiev en 1990, un año antes de la disolución de la Unión Soviética. Con una trama floja, pero una excelente recreación de la época, la película explora con sensibilidad el personaje interpretado por la prometedora debutante Karyna Khymchuk. Esto, unido al creciente interés por el cine ucraniano, debería asegurarle la entrada en más festivales y, al menos, una distribución limitada en determinados territorios.

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Kira (Khymchuk), de 17 años, aparece en la película por primera vez en la escena inicial, probándose ropa y bailando al son de la canción que tantas veces suena en película, "Venus", de Bananarama, frente a un espejo en el espacioso piso de su familia. Kira está en medio de lo que parece ser el 19º aniversario de boda de sus padres, pero como Noyabrova cuenta toda la historia desde el punto de vista de la protagonista, solo obtenemos la información que a esta última le interesa que obtengamos —y no se trata de la típica joven ingenua, precisamente.

Cuando entra en el gran salón, podemos comprobar cómo la familia pertenece a la clase media-alta, pues su padre es director de cine y ella es aspirante a actriz. Como no podía ser de otra manera, Kira se abre paso con encanto entre los invitados, entre los que se encuentra el sórdido amigo de papá, que ha traído Marlboro y Pepsi de París. El abuelo, con su chaqueta llena de medallas, está a punto de dar un discurso; Kira vuelve a robarle el pintalabios a mamá y, al mismo tiempo, se escucha de fondo a un hombre entonado que proclama que no se pueden tener platós de cine ni teatros si no se apoya la ideología soviética.

La fiesta ha estado muy bien, pero cuando salimos a la calle con Kira al día siguiente, enseguida vemos cómo se da de bruces con la realidad. La radio informa de que la mayoría de la gente adquiere los alimentos (el 73% de los cuales son bebidas alcohólicas) mediante cartillas de racionamiento. En el mercadillo, mamá se limita a comprar únicamente productos básicos al tiempo que Kira pregunta por un VHS pirata de Terminator y por el nuevo disco de Madonna. Mientras en el instituto sus compañeros de clase quedan impresionados al ver la lata de Pepsi que Kira ha traído, en el estudio de cine papá recibe la noticia de que se acaba de quedar sin trabajo.

Al igual que el país, la familia se va desmoronando al compás de la discusión que Kira presencia de sus padres, borrachos y celosos, por lo que esta decide coger todos los medicamentos del armario del baño, mezclarlos con vodka y tomárselos. A continuación, Misha (Oleksandr Zhyla), un paramédico de 25 años con el que más tarde se encontrará y se irá a vivir tras enamorarse, la obliga a vomitar. La situación es muy diferente una vez que empieza a convivir con Misha, ya que vive en un piso compartido por varias familias sin recursos.

La trama no tiene mucho misterio más allá del arco de personaje de Kira, que la lleva del país de los sueños adolescentes a la cruda realidad a medida que madura a base de tropiezos. Khymchuk es una excelente representante de la típica adolescente rebelde, insegura y apenas consciente de sí misma, todo mediante esa cara de niña curiosa de 12 años y esos grandes ojos azules que tiene. Maksym Myhayilychenko, como el egoísta y autodestructivo padre, y Natalia Lezebnikova, como la amargada madre, no lo hacen mal, pero permanecen en un segundo plano prácticamente en todo momento.

A pesar de esta trama floja, se trata de una película muy rica temática y estéticamente. El director de fotografía lituano Vilius Machiulskis crea escenas complejas y de múltiples capas en interiores diseñados meticulosamente por Volodymyr Romanov con el característico marrón de los socialistas, y plasma también el ambiente propio del fin de una era mediante exteriores deteriorados. El diseño de sonido de Niklas Skarp resulta fundamental para trasladarnos al mundo interior de Kira, donde la escena en la que se enamora de Misha tras su primera experiencia sexual resulta especialmente envolvente y conmovedora.

Do You Love Me? es una coproducción entre la ucraniana Family Production y la sueca Common Ground Productions. Urban Sales se encarga de los derechos internacionales.

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(Traducción del inglés)

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