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BERLINALE 2023 Panorama

Crítica: Silver Haze

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- BERLINALE 2023: La directora neerlandesa Sacha Polak vuelve a trabajar con Vicky Knight, la protagonista de su Dirty God, en un relato romántico inspirado parcialmente en la vida de esta última

Crítica: Silver Haze
Esmé Creed-Miles y Vicky Knight en Silver Haze

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es obra de la guionista y directora Sacha Polak que, aunque es neerlandesa, ambienta gran parte de su película en el este de Londres y la dota de un marcado estilo británico que recuerda a los primeros directores europeos que filmaron y, en ocasiones, comprendieron el país de los Estados Unidos mejor que los propios americanos. Después de Dirty God [+lee también:
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, que también tuvo a la impresionante actriz no profesional Vicky Knight como protagonista, Polak acierta de pleno en términos de ambientación, no solo por la forma en que su pálido y metálico esquema azulado evoca el título de la película, sino también por la tensión de sus escenas de conjunto. Sin embargo, y especialmente a partir de la segunda mitad, todo ese ingenio cautivador de la directora no consigue tapar las imperfecciones de un guion que a menudo da la sensación de ser la mezcla de varios primeros borradores y reescrituras de última hora.

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Polak ha pasado de los estimulantes largometrajes neerlandeses (algunos de los cuales ya tuvieron una gran acogida en la Berlinale) al mugriento cine británico, y ahora trata de adornar su currículum con participaciones en costosos programas de streaming para plataformas como Amazon Prime y Paramount+. Silver Haze, que se ha estrenado en la sección Panorama de la Berlinale, era uno de los títulos más esperados de la misma, y muestra cómo el nuevo papel de Knight rompe con el triste destino de muchas atractivas intérpretes no profesionales, que a menudo quedan relegadas a un segundo plano cuando sus directores ascienden a escalones superiores.

Si Dirty God incorporó las cicatrices en el rostro de Knight a una trama inspirada en la oleada de horribles ataques con ácido en el Reino Unido, a menudo perpetrados por hombres vengativos contra sus parejas del sexo femenino, Silver Haze toma como punto de partida la propia vida de una Knight que sobrevivió a un incendio doméstico. Tras la fascinante noción de positividad corporal e incluso de voyerismo de la película anterior, este trasfondo argumental proporciona un motivo dramático ya muy visto en el que se trata de descubrir la autoría de un supuesto incendio provocado que se produjo mientras la protagonista dormía encima del pub de su familia.

Knight interpreta a Franky, una competente y compasiva enfermera que trabaja en un hospital, con un carácter audaz y fuerte, incluso a la hora de soportar comentarios del tipo “¿Cómo te hiciste eso?” por parte de sus propios pacientes, entre los que se encuentra Florence (Esmé Creed-Miles) que, mientras se recupera de un intento de suicidio, y en un giro que los primeros espectadores han acogido con cierto cinismo injusto, acaba acogiendo a Franky en su vida como amante. Tanto es así que, después de que Franky se enfrente a la homofobia de su familia —con la que había vuelto a vivir recientemente—, Florence le proporciona un refugio seguro en Southend-on-Sea.

A partir de este punto de la narración, el atractivo y la coherencia caen tristemente en picado, ya que Polak parece no ser capaz de descifrar la arquitectura de la trama por la que Franky tiene que seguir lidiando con los persistentes problemas de salud mental de Florence, al mismo tiempo que volver a Londres también para un enfrentamiento liberador con la que fue amante y es ahora esposa de su padre, objeto a su vez de rumores locales por su implicación en el incendio. En otro capítulo hecho con buenas intenciones, pero que crea un incómodo cambio en cuanto al punto de vista, Franky se convierte en la enfermera sustituta de la abuela de Florence, la enferma de cáncer Alice (Angela Bruce), y queda a cargo de la casa mientras la carrera como actriz de su ahora ex despega repentinamente en Londres.

Dejando a un lado todas las decepciones, Silver Haze puede entenderse virtuosamente, en términos de práctica de instrumentos musicales de cuerda, como una especie de ejercicio para dedos dramático para Polak, que sigue creando escaparates atractivos para Knight y se deleita en la alegría de una colaboración mutuamente enriquecedora.

Silver Haze es una producción de Países Bajos y Reino Unido, realizada por Emu Films y Viking Film. New Europe Film Sales se encarga de las ventas mundiales.

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(Traducción del inglés)

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