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PELÍCULAS / CRÍTICAS Francia

Crítica: Je verrai toujours vos visages

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- Con la ayuda de un reparto impecable, Jeanne Herry teje una extraordinaria película coral que aborda con sutileza el proceso de reconexión y reparación de la justicia regeneradora

Crítica: Je verrai toujours vos visages

“No hacemos sugerencias. No hablamos por ellos. Nosotros escuchamos. Dejadles espacio para reflexionar. Sin juzgar, sin dar un diagnóstico.” Estos son los consejos que oímos al final de una simulación para futuros moderadores de la justicia restaurativa, una práctica implementada en varios países (principalmente en Francia desde 2014) y que es el núcleo de Je verrai toujours vos visages [+lee también:
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de Jeanne Herry (que llega mañana a las salas de cine francesas gracias a StudioCanal). Esta podría ser el resumen perfecto del enfoque de una cineasta que aprovecha a las mil maravillas los problemas sociales para crear obras de ficción con un perfecto equilibrio entre inteligencia y emoción.

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Al igual que en su anterior largometraje dedicado a la adopción, En buenas manos [+lee también:
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(2018), la cineasta sabe desenmarañar temas apasionantes y remover la consciencia del público general sin traicionar jamás su esencia, dando puntadas delicadas en un tejido de reconciliación (con los demás y consigo mismo), una actitud admirable en estos tiempos de fuertes tensiones psicológicas y de brechas sociales abismales.

“El dispositivo ofrece la posibilidad de organizar rencuentros entre infractores y víctimas. –¿Hay reducción de condena?–No –¿Entonces, para qué? –Para hablar unos con otros.” Esto es lo que le explican Fanny (Suliane Brahim) y Michel (Jean-Pierre Darroussin) a Nassim (Dali Benssalah), quien lleva diez años en prisión por “home-jacking”, durante la fase de preparación para las sesiones de diálogo con tres víctimas (que no se enfrentan a sus propios agresores, sino a personas que han cometido el mismo tipo de infracción): Nawell (Leïla Bekhti), cajera de una pequeño supermercado que fue asaltado hace cinco años, la sexagenaria Sabine (Miou Miou), arrastrada por una scooter cuando le robaron el bolso en plena calle, y Grégoire (Gilles Lellouche), incapaz de olvidar la agresión que sufrió en su domicilio con su hija. Junto a Nassim, están presentes otros dos autores de robo con violencia: Issa (Birane Ba) y Thomas (Fred Testot). Supervisados por los moderadores y un par de voluntarios (Anne Benoît y Pascal Sangla), los participantes forman un círculo, pasándose “el bastón para hablar” y expresando sus emociones, desde el sufrimiento y la cólera iniciales hasta tener en cuenta la humanidad de los demás… Y mientras tanto, otra moderadora, Judith (Elodie Bouchez), se encarga de un caso diferente y peliagudo: el de Chloé (Adèle Exarchopoulos). Violada por su hermano durante su infancia, se entera de que este ha vuelto para vivir en la misma ciudad, y desearía no solo instaurar una serie de reglas para evitar que se crucen, sino también organizar un cara a cara, lo cual no es nada evidente, puesto que las heridas son muy profundas…

Entrelazando con destreza estas dos historias, Jeanne Herry sobresale reproduciendo cada detalle, tomándose su tiempo para explorar su tema metódicamente, trabajando los rostros y las voces, dejando un espacio real para cada uno de sus muchos personajes. Todo cobra sentido en esta obra magistral con la dinámica exposición de un camino para liberarse de las penas individuales gracias a un sistema muy bien pensado de reconexión, de restablecer vínculos, de espejos inesperados. Una película que no teme a las emociones porque respeta hasta la más mínima inflexión.

Je verrai toujours vos visages ha sido producida por Chi-Fou-Mi Productions y por Trésor Films, y de sus ventas internacionales se ocupa StudioCanal.

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(Traducción del francés por Nuria Olivas Valera)

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