Crítica: Alma & Oskar
- La película de Dieter Berner es un excelente drama de época que retrata el fugaz y apasionado romance entre dos artistas
Puede que las apasionadas relaciones amorosas entre artistas excepcionales duren solo un breve período de tiempo, pero permanecen en el recuerdo durante un período mucho más largo, y ese fue sin duda el caso del tormentoso romance entre la pianista y compositora Alma Mahler y el pintor Oskar Kokoschka, que tuvo lugar hace unos 110 años en Viena. Estos dos artistas desempeñan el papel de protagonistas de la nueva película de Dieter Berner, Alma & Oskar, en la que el cineasta austro-alemán ha seguido explorando su interés por la percepción pública de la vida privada de los grandes artistas, tal y como hizo en su anterior largometraje, Egon Schiele: Death and the Maiden [+lee también:
tráiler
ficha de la película] (2016).
El estreno de la película en Austria ha tenido lugar en la Diagonale de este año tras haber gozado ya del estreno a nivel mundial en el Festival Internacional de Cine de Goa del año pasado. Sin embargo, este tipo de película de época que suele tener buena acogida en el público podría funcionar bastante mejor en los cines que en el circuito de festivales, de hecho, ya se ha asegurado la distribución en algunos territorios.
La película se inicia con Alma Mahler (Emily Cox, de la serie The Last Kingdom) cuando está de gira por Estados Unidos con su marido, Gustav, que la utiliza como ayudante y reprime sus ambiciones artísticas. Ella le confiesa que ha iniciado un romance con el arquitecto alemán Walter Gropius (Anton von Lucke). Cuando el gran compositor muere poco después de la gira, el provocador y polifacético artista Oskar Kokoschka (Valentin Postlmayr, actor de televisión, fundamentalmente) acude a su casa para hacer una máscara facial del difunto para uno de sus muchos proyectos artísticos, lo que basta para que Alma se interese por su obra. Sin embargo, el romance no florece de verdad hasta que Alma, movida por su sentido de la aventura, contrata al joven aspirante a pintor para que le haga un retrato.
El carácter de Oskar y a la delicada posición de Alma en la sociedad hace que su romance sea apasionado pero fugaz. No solo se ve obligada a elegir entre el joven y apasionado pintor y el más sensato, pero también conservador, arquitecto como pretendiente, sino que también tiene que garantizar el legado de su difunto marido asegurándose de que su última sinfonía se estrene, al tiempo que intenta avanzar en su propia carrera, que se había visto eclipsada por la genialidad de Gustav. Quiere independizarse también, pero aún tiene que obedecer las normas de la época, impuestas a las mujeres y a los miembros de la alta sociedad. Por si fuera poco, el comienzo de la Primera Guerra Mundial está a punto de cambiar la vida de todos.
Alma es sin duda el personaje principal de la película, ya que el público tiene la oportunidad de sentir compasión por ella y simpatizar con su posición, sus elecciones y sus dilemas. Comparado con ella, Oskar parece un poco bidimensional, debatiéndose entre su genio artístico y su lado oscuro, mientras que los demás personajes secundarios se reducen a uno o dos rasgos en el guion lineal escrito por Berner y su colaboradora Hilde Berger. Dado que la dirección de Berner es competente, pero de estilo conservador, la mayor parte de la culpa del éxito o fracaso de la película está en manos de los actores. Cox está perfectamente dotada para su papel, no solo por su parecido físico con el personaje que interpreta, sino también por la forma en que canaliza la delicadeza que se espera de un personaje así. Por otra parte, Postlmayr interpreta a Kokoschka siempre en un registro emocional elevado, casi histérico.
En cualquier caso, la película lo compensa en el aspecto técnico, con una gran atención a los detalles que se puede percibir a través de la vista y el oído. La mezcla perfecta de fotografía analógica y digital de Jakub Bejnarowicz captura a las mil maravillas el impecable diseño de producción y vestuario, mientras que Stefan Will recurre, como no podía ser de otra forma, a las óperas de Gustav Mahler para crear la banda sonora de la película. En conjunto, se puede decir que Alma & Oskar constituye un sólido drama de época.
Alma & Oskar es una coproducción entre Austria, Suiza, Alemania y la República Checa, realizada por Film AG, Turnus Film, Wüste Film y Dawson Films. Picture Tree International se encarga de las ventas.
(Traducción del inglés)
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