27/04/2023 - El nuevo trabajo del documentalista suizo-canadiense Peter Mettler es una meditación sobre el destino, la fragilidad y la profundidad de las relaciones humanas

Peter Mettler vuelve a Visions du Réel (a través de la competición internacional) — donde ya impartió una importante clase magistral en 2020 y donde ganó, en 2002, con Gambling, Gods and LSD, el Gran Premio UBS y el premio del público joven— con su trabajo en curso titulado enigmáticamente While the Green Grass Grows. Este último documental de Mettler, que supera las dos horas y media, constituye solo una pequeña parte de una inusual película con una duración total de once horas. While the Green Grass Grows consta de la primera y la quinta parte de una gigantesca obra formada por un total de siete partes.

Resumir la película no es tarea fácil y, quizás, a decir verdad, ni siquiera hace falta, ya que lo que realmente se explora en ella es intangible. Cuando, en 2019, el cineasta suizo-canadiense comenzó a filmar su vida cotidiana y, por tanto, a componer su diario visual, no partió de ninguna pregunta concreta, sino que parecía más bien estar interesado en dejarse guiar por su curiosidad y su instinto. Como señala la película, es precisamente cuando uno no sabe lo que busca cuando, como en la vida, se establecen las conexiones más sorprendentes. Con su cámara, Mettler teje, a través de sus reacciones ante los episodios inesperados de la vida, una red de conexiones extremadamente rica y sorprendentemente coherente.

Más que filmar, Mettler parece componer. Al hacerlo, sintonizando con la frecuencia no solo de las personas, sino también de la naturaleza y los animales con los que se encuentra, el cineasta entra profundamente en contacto con su entorno. El tiempo que le dedica y la entrega con la que intenta penetrar más allá de la superficie de las cosas, casi hasta la abstracción, convierte While the Green Grass Grows en una meditación visual. Los 166 minutos de la película fluyen, por tanto, de una manera rápida y lenta al mismo tiempo, transportándonos mucho, mucho más allá de la realidad perceptible.

Los sucesos registrados en su diario visual son bastante recientes: la desaparición de su madre en 2019, acompañada de impresionantes imágenes de la naturaleza y de las montañas de Appenzell, que ocupan la primera parte de la película; y el periodo de la pandemia que le lleva de vuelta a Canadá, donde intenta aprovechar al máximo los últimos momentos de la vida de su padre, que ocupan la segunda. En estos dos momentos, el director intercala reflexiones sobre el sentido de la vida en este planeta, se interesa por la compleja relación entre el hombre y la naturaleza, y observa momentos de la vida que a priori pueden parecer banales, pero que resultan extremadamente significativos, como cuando una liebre cruza el jardín frente a la casa de sus padres, dándole una inesperada sensación de libertad. Como se señala en la película, la vida no se compone únicamente de una serie de acontecimientos pasados que se suceden como las perlas de un collar, sino que estas perlas representan la vida misma, viven en nuestro presente y mucho más allá. Del mismo modo, el cine contribuye a hacer que estos momentos de la vida sean inmortales.

Aunque los temas que se abordan son muy profundos, llama la atención la ligereza y el humor que el director, a pesar de todo, consigue infundirle a la película. Sin duda, sus padres, Julie y Freddy, contribuyen a ello. Su visión de la vida como un juego, su capacidad para reflexionar sobre sus propios estados de ánimo y la delicadeza con que el director los capta hacen que se trate de una película mágica.

While the Green Grass Grows ha sido producida por la suiza maximage junto con la canadiense Grimthorpe Film.

(Traducción del italiano)