email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

HOT DOCS 2023

Crítica: Vicky

por 

- El documental de Sasha King sobre el caso CervicalCheck demuestra la misoginia aún presente en la sociedad y el gobierno a través de entrevistas, imágenes de archivo y vídeo-selfies

Crítica: Vicky
Vicky Phelan en Vicky

Fue conocido como “el escándalo CervicalCheck”. El caso estalló en Irlanda en 2018 y afectó a 221 mujeres con cáncer de cuello uterino que se habían sometido a citologías cervicales cuyos resultados fueron negativos, hasta descubrir posteriormente que los resultados reexaminados de estas pruebas se habían mantenido deliberadamente en secreto durante años.

Dirigida por la productora y cineasta Sasha King, Vicky reconstruye todo el proceso, centrándose en el personaje que dio origen al caso: Vicky Phelan. La película tuvo su estreno norteamericano el 3 de mayo en el festival Hot Docs, dentro del programa The Changing Face Of Europe de la European Film Promotion (EFP). Vicky tiene un enorme potencial de distribución internacional, especialmente a través de cadenas de televisión especializadas y generalistas.

En 2011, Vicky Phelan, una mujer de 43 años y madre de dos hijos, residente en Annacotty (Limerick), se sometió a una citología que no detectó ninguna anomalía. En 2014 le diagnosticaron cáncer. Ese mismo año, una revisión de la prueba de 2011 reveló que los resultados no habían sido exactos. En enero de 2018, tras una terapia paliativa, a Vicky le comunicaron que padecía un cáncer terminal y que le quedaban entre seis y doce meses de vida.

“Me encanta el mar, aquí es donde quiero que esparzan mis cenizas”, afirma la protagonista en un momento anticlimático del documental, mientras pasea por una playa que da al océano Atlántico. Sin embargo, Vicky no es el tipo de mujer que se deja llevar por la desesperación. Tiene una familia que cuidar y no quiere morir tan pronto. Por encima de todo, quiere la verdad. Y piensa en todas las mujeres que podrían estar en su misma situación. Logrando un equilibrio perfecto entre el aspecto humano y emocional y la documentación meticulosa de los hechos, la película de Sasha King revela cómo pudo suceder algo así. El origen está en la decisión de los responsables de la sanidad pública de externalizar esas pruebas a Estados Unidos en 2008. El país atravesaba una profunda recesión y, para reducir los costes en un tercio, se confió el destino de estas mujeres irlandesas a laboratorios extranjeros, con motivaciones exclusivamente económicas. Vicky decidió entonces tomar las riendas de la situación: rechazó la quimioterapia y se propuso obtener pembrolizumab con el objetivo de ralentizar el avance del tumor. Se puso en contacto con el abogado Cian O'Carroll, especializado en negligencias contra pacientes, y llevó a un laboratorio estadounidense, subcontratado con el programa nacional de cribado cervical CervicalCheck, ante el Tribunal Superior. Vicky llegó a un acuerdo por 2,5 millones de euros, pero no logró que admitieran su responsabilidad, por lo que su caso contra el Ejecutivo de Servicios de Salud fue desestimado. La batalla no había hecho más que comenzar, provocando dimisiones, admisiones de culpabilidad y cambios en las normas y protocolos sanitarios. El 22 de octubre de 2018, el Gobierno pidió perdón a las 221 mujeres y sus familias, cuyas vidas han quedado destrozadas por su negligencia. “Se lo pedimos a nuestras esposas, hijas, hermanas y madres. Es un fracaso que deja al país desolado”, lamentó el primer ministro, Leo Varadkar .

La sensación que tenemos es que todo esto no se debió simplemente a una necesidad de ahorrar dinero, sino que estamos ante un país que aún no ha aprendido a respetar el cuerpo femenino, especialmente en el campo de la reproducción, y donde la misoginia sigue abriéndose camino en el tejido social y el aparato burocrático. Mediante un montaje ajustado, la directora incluye testimonios de personajes ilustres, como la expresidenta irlandesa Mary Robinson, así como imágenes de telediarios y programas de radio. No obstante, lo más importante es que incluye breves vídeo-selfies en los que vemos a la protagonista desahogándose con su móvil en sus momentos más difíciles. Al mismo tiempo, asistimos a la transformación de Vicky Phelan en una figura pública que recibe premios, protagoniza portadas de revistas, aparece en televisión, da discursos en los que bromea sobre tener que decir la palabra “vagina”, recibe doctorados honoris causa y es seleccionada entre las Tatler Women of the Year y BBC's 100 Women. “Hubiera preferido mantener el anonimato y ser una madre normal”, reconoce.

Vicky es una producción de Princess Pictures, que también se encarga de las ventas. La película se distribuyó en Irlanda en octubre de la mano de Volta Pictures.

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy