17/05/2023 - CANNES 2023: El primer largometraje en solitario de Marie Amachoukeli es una película muy conmovedora y delicada sobre el profundo vínculo entre una niña francesa y su niñera de Cabo Verde

Louise Mauroy-Panzani e Ilça Moreno Zego en Àma Gloria

"Es mi canción, y las canciones son para todos". Con casi seis años, las percepciones, las sensaciones, la observación, la escucha y la comprensión de sí misma y del universo circundante de los adultos suelen aflorar en un territorio bien marcado y canalizado, el del día a día de los niños, de casa a la escuela, del parque al baño, de los juegos a los dibujos. Sin embargo, al no depender de los códigos sociales de las situaciones, sus emociones pueden salirse de ese territorio marcado y adquirir proporciones más grandes, caracterizadas por una violenta sinceridad instintiva. Es esta alquimia pura la que Marie Amachoukeli (codirectora de Mil noches, una boda [+lee también:
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"Solo tengo recuerdos contigo". Al ser una hija única sin madre, la lionesa Cléo (Louise Mauroy-Panzani) vive su infancia con su niñera caboverdiana Gloria (Ilça Moreno Zego), y con un padre (Arnaud Rebotini) centrado en su trabajo que está y no está al mismo tiempo. Es una época de risas, juegos de pelota, pillapillas, llantos sin consuelo... La niña y la niñera son uña y carne, y se caracterizan por la felicidad de las pequeñas cosas y los abrazos. Pero, de repente,  un jarro de agua fría en la vida de Gloria hace que todo cambie radicalmente: "acaba de fallecer mi madre, tengo que marcharme, volver a casa, a mi isla, y cuidar de mis hijos, así que no volveré". La separación resulta muy dolorosa para Cléo, que obliga a su padre ("la echo de menos y me has mentido") a cumplir una promesa vacía: llevarla a casa de Gloria durante las vacaciones. Así que allí tenemos a Cléo, aterrizando en Cabo Verde, que es como otro planeta para una niña tan pequeña, de camino al núcleo de la familia de Gloria ("es, con diferencia, la más pequeña de tu casa"), cuya hija Fernanda (Abnara Gomes Varela) está a punto de dar a luz, y cuyo joven hijo César (Fredy Gomes Tavares) no es muy acogedor, que digamos...

Marie Amachoukeli se sirve del recurso de la delicadeza para crear una historia de gran precisión, conmovedora por naturaleza (sin llegar en ningún momento a resultar excesivamente emotiva) e inspirada en la sencillez de saber distinguir los momentos esenciales, que a veces resultan ser los más endebles: un gesto, una mirada, una situación ordinaria que resuena internamente. Rodada con la mayor cercanía posible a los personajes, esta radiografía hipersensible de los estados de ánimo de una niña que está a punto de descubrir el mundo (sin ser consciente de todo lo que está en juego) y de darse cuenta de que ella no es centro del mismo, destila un encanto controlado, pero evidente al mismo tiempo. Se trata de un éxito que debe mucho a sus dos intérpretes principales y que, a su vez, ofrece interludios oníricos de animación para recordarnos que, en la primera etapa de la infancia, el inconsciente y la realidad confluyen, se funden en una imaginación llena de color que, como el mar de Cabo Verde, está en perpetuo movimiento.

Àma Gloria ha sido producida por Lilies Films, y Pyramide International se encarga de las ventas.

(Traducción del francés)