18/05/2023 - CANNES 2023: Steve McQueen observa su ciudad de adopción, Ámsterdam, durante los últimos años de pandemia y protestas, y encuentra restos adormecidos de su época asediada por la guerra

Densa y minimalista al mismo tiempo, austera y generosa, Occupied City [+lee también:
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ficha de la película] supone para Steve McQueen un regreso al hogar en varios sentidos: a la ciudad en la que reside desde hace 27 años, que hasta ahora no había sido fuente de inspiración para su trabajo, y a las imponentes y rigurosas obras de arte por las que llamó la atención en un primer momento. Su compañera Bianca Stigter, aclamada recientemente como cineasta por Three Minutes – A Lengthening [+lee también:
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entrevista: Bianca Stigter
ficha de la película], le proporciona su principal fuente de inspiración con su erudito trabajo Atlas of an Occupied City, Amsterdam 1940-1945. Sin embargo, la cuestión verdaderamente fascinante es si McQueen está honrando realmente esta historia: mientras que su destacada voz en off, narrada por Melanie Hyams, relata innumerables atrocidades pasadas, su vasto marco visual de referencia nunca abandona el tiempo presente. La película ha tenido su estreno este año como proyección especial en el Festival de Cannes, donde el cineasta comenzó su carrera cinematográfica en 2008, alzándose con la Cámara de Oro por Hunger [+lee también:
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entrevista: Laura Hastings-Smith Ro…
entrevista: Steve McQueen
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La estructura de la cinta es sencilla y sobria, pero permite que emerjan innumerables capas de detalles. La mayoría de las secuencias de esta película de 262 minutos de duración se adhieren a un lugar concreto dentro de los límites de la ciudad de Ámsterdam. Hyams lo identifica por su configuración actual, pero más a menudo por sus estructuras pasadas, narrando en un tono constante y monótono, aunque atractivo, su relación con la persecución de los judíos durante la ocupación, o los notables esfuerzos de la resistencia. Casi la mitad de estos fragmentos narrativos terminan con Hyams diciendo de forma impasible: “Demolido”, señalando la nueva arquitectura construida en su sitio. De esta forma, se genera una fisura al evitar material de archivo, entrevistas o exposiciones. Absorbemos el pasado de forma auditiva, pero vemos exclusivamente imágenes de la ciudad en la actualidad, registradas mediante un enfoque observacional (los canales, las torres de cristal y, por supuesto, el barrio rojo).

Por utilizar un término muy relacionado con la “teoría del arte”, podemos decir que Occupied City es totalmente material: las imágenes y los planos generan el contenido, y como nada parece evocar las circunstancias y el contexto general en el que los nazis fueron ocupando poco a poco este y otros países, no hay necesidad de subrayarlo. Por otra parte, para estar firmada por dos artistas no judíos, el énfasis que ponen en la vida de esta comunidad resulta bastante sorprendente, aunque nunca sentimental. Escuchamos referencias ocasionales a Ana Frank, pero en su lugar hay una panoplia de historias y experiencias sobre las persecuciones y opresiones más humillantes. En esta época de antisemitismo recurrente, la película es un recordatorio obvio, pero necesario, de que la Europa del siglo XX fue en su día un hogar para los judíos, aunque ahora no lo sea.

La majestuosidad y diversidad de este paisaje urbano sigue sobreponiéndose a estos recuerdos del trauma. La pandemia fue quizás la mayor disrupción e interrupción de la vida cotidiana desde la Segunda Guerra Mundial, y esta comparación se establece sutilmente en la cinta, especialmente en secuencias audaces y ambivalentes en las que los negacionistas del COVID (que han llegado a compararse a sí mismos con judíos perseguidos) organizan una protesta contra el confinamiento. No obstante, también hay secuencias más alegres y entretenidas para salir de este pozo, como la primera ronda de vacunación de personas mayores y vulnerables, al ritmo del clásico de Bowie “Golden Years”. También hay adolescentes negros que graban de forma casera un videoclip de “mumble-rap” en neerlandés cerca de un bloque de viviendas sociales, y una fiesta de Halloween donde suena música house, con un asistente disfrazado de una intrincada espora de COVID. Teniendo en mente la trayectoria de la película, McQueen realiza constantemente cortes bruscos entre planos, pero el efecto que provoca este montaje en nuestra mente es el de un eterno fundido cruzado, o una disolución entre dos puntos históricos marcados.

Occupied City es una coproducción entre Reino Unido, Países Bajos y Estados Unidos, producida por New Regency, A24, Film4, Lammas Park y Family Affair Films. A24 también gestiona los derechos internacionales.

(Traducción del inglés)