20/05/2023 - CANNES 2023: Elena Martín Gimeno logra una película valiente y compleja que explora nuestra relación con el cuerpo, el deseo y el sexo

“Ahora sé que el sexo nunca es solo sexo, que en el sexo siempre se mezclan fantasmas, egos, afectos, vulnerabilidades, vacíos, temores”, escribió Lucía Baskaran en un pasaje de su novela Cuerpos malditos. Esto es lo que, a su manera, trata de contar en imágenes Elena Martín Gimeno en su nueva película, Creatura [+lee también:
tráiler
entrevista: Elena Martín Gimeno
ficha de la película], presentada en la actual edición del Festival de Cannes, dentro de la Quincena de los Cineastas.

La película, escrita por la directora junto a Clara Roquet y protagonizada por Oriol Pla y la misma Elena Martín, narra la vida sexual de Mila, una treintañera catalana que acaba de mudarse con su pareja a vivir a l’Empordà, el sitio donde veraneaba con su familia, rodeada de mar y naturaleza, de sus paisajes y sonidos. La protagonista siente que ha perdido el deseo, quiere acostarse con su novio, pero cuando eso sucede aparecen los problemas. Le cuesta follar con él, propone juegos para que la cosa funcione, pero al final todo se desmorona. Hay voluntad, pero no sabe si un deseo verdadero hacia el otro, está llena de dudas e inseguridades, arrastra un sentimiento de culpa e impotencia por algo que se le escapa y que va más allá de toda razón. A partir de ahí, la cineasta catalana empieza un viaje en el que se adentra en el pasado de Mila, en sus recuerdos y experiencias de infancia y adolescencia, para tratar de conocer y entender a la joven adulta de ahora.

Con ello, Creatura tiene cierta condición de exploración, recurrir al pasado para preguntarse por el yo presente, quién soy, qué me sucede y cómo he llegado a ser lo que soy ahora y no termino de comprender. En ese viaje, la directora tiene aciertos que hacen de su película una película interesante, compleja y valiente. Desde el principio, Elena Martín lanza varias cuestiones e interrogantes que nunca termina de resolver de forma explícita, sabe mantener un fuera de campo y unos silencios que expresan con lucidez esa exploración en la intimidad de la protagonista, sus revelaciones y misterios.

Otro de sus aciertos reside en su forma de narrar la historia y esas cuestiones que plantea. A pesar de cierta estética e imágenes que ya empiezan a ser lugares comunes entre cierto tipo de cine español más o menos independiente, Elena Martín cuenta con sencillez y naturalidad asuntos que podrían resultar escabrosos (según en qué miradas) o como mínimo incómodos. Ahí es cuando la película coge fuerza, cuando la cineasta se atreve a contar el instinto y el deseo sexual tal y como suceden en la vida real, despojándose de miedos, florituras y moralismos. Y, efectivamente, hay momentos que pueden resultar incómodos, pero no por ello menos reales y corrientes. Precisamente, de ese aspecto procede uno de los puntos más interesantes y valientes de la película, en ponernos frente al espejo y hacernos ver que a menudo nos violenta o nos incomoda lo que hay de más natural en nosotros.

Si bien Creatura parece no llegar a todo el fondo de lo que se propone, como si dejara planteadas con timidez ciertas cuestiones, sin abandonar un carácter personal, la película sí que logra escapar del relato del yo para crear un relato universal. Una historia que habla sobre nuestra relación con el deseo y el cuerpo, el cuerpo como espacio de placer y dolor, de opresión y libertad, sobre todo lo que hay de más oculto en ello, su vínculo con la herencia, el recuerdo, la memoria y el deseo reprimido o no satisfecho, y, con ello, que nos lleva a cuestionarnos sobre lo que el sexo dice de nosotros mismos.

Creatura es una producción de las compañías españolas Vilaüt Films, Lastor Media, Avalon P. C. y Elastica Films y la estadounidense S/B Films. Las ventas internacionales corren a cargo de Luxbox.