22/05/2023 - CANNES 2023: Un perro y algunas canciones tristes es todo lo que necesita Aki Kaurismäki para regalarnos la película más agradable del festival

Nadie como Aki Kaurismäki para hacernos sentir melancólicos y tristes, casi embriagados con cerveza rancia, solo para darnos cuenta, justo al final, de que la historia que ha estado contando es en realidad muy alentadora. Casi nadie puede lograr algo así y, la verdad, tal vez no deberían intentarlo.

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ficha de la película], presentada en la competición de Cannes, aborda con delicadeza una pequeña historia de amor, una que pasa desapercibida para todo el mundo, pero que cambia la vida de sus protagonistas. La pareja en cuestión (Alma Pöysti, a la que vimos en Tove [+lee también:
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entrevista: Zaida Bergroth
ficha de la película], y Jussi Vatanen) tal vez aún no es consciente, o puede que sí, pero aunque el universo conspire en su contra, como en la comedia romántica de John Cusack, Serendipity (con números de teléfono que se pierden y accidentes a punto de ocurrir), ellos nunca se rinden. No es que sean ingenuos, pues ya lo han visto todo, y la vida no siempre ha sido buena con ellos. Sin embargo, ver cómo siguen intentándolo, una y otra vez, es desolador. En el sentido más dulce de la palabra.

¿Es la mejor obra de Kaurismäki? Probablemente no. Hay momentos que parecen vacíos, o demasiado artificiales, como si estuvieran filmando algún tipo de fiesta temática de Kaurismäki, a la que asiste la mitad de la industria cinematográfica finlandesa. En serio, casi podríamos organizar un juego de beber alrededor de esta película, en la que aparecen el director de Compartment No. 6 [+lee también:
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entrevista: Juho Kuosmanen
ficha de la película], Juho Kuosmanen, los dos protagonistas de la última película de Kaurismäki, El otro lado de la esperanza [+lee también:
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Q&A: Aki Kaurismäki
ficha de la película], productores y gente del mundo de los festivales, todos ofreciendo su versión del estilo único de Kaurismäki, normalmente mientras beben algo. No obstante, la fiesta se termina pronto, y todo vuelve a parecer real. Y cuando esto ocurre, es simplemente encantador.

Y muy triste. Nos encontramos ante un mundo de trabajos sin futuro y alcoholismo, noches frías y soledad paliada por el karaoke y el alcohol (estamos en Finlandia, después de todo). En ocasiones parece que estamos en los años sesenta, sobre todo observando las faldas retro de Pöysti, pero lo único que escuchamos en la radio son las actualizaciones sobre la guerra en Ucrania. Es como si la realidad contemporánea intentara invadir este pequeño universo, y Kaurismäki se rinde en un momento dado. Sus personajes también necesitan enfrentarse a lo que les rodea, dejar de huir y adoptar un perro callejero. Así es como se encuentra la felicidad, niños.

El director finlandés no cambia quién es, asegurándose de que todo el mundo recibe lo que busca: esas frases lapidarias (“Los tipos duros no cantan”), gente “deprimida porque bebe y que bebe porque está deprimida”, y referencias al cine, unas encima de otras. Hay un momento en el que estos amables y tímidos amantes van al cine y ven la película de zombies de Jim Jarmusch, Los muertos no mueren [+lee también:
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ficha de la película], cinta inaugural de Cannes en 2019, y otra persona la compara con El diario de un cura de campaña de Bresson. A juzgar por las primeras reacciones en el pase de prensa, esto es exactamente lo que todo el mundo estaba buscando después de una semana de películas demasiado largas e hinchadas. Algo sencillo, algo inteligente. Algo fácil de amar.

Fallen Leaves es una producción de las finlandesas Sputnik Oy y Bufo Oy, coproducida por la alemana Pandora Filmproduktion. The Match Factory se ocupa de las ventas internacionales. 

(Traducción del inglés)