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CANNES 2023 Semana de la Crítica

Crítica: Levante

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- CANNES 2023: El primer largometraje de la directora brasileña Lillah Halla es una vibrante y sudorosa mezcla de película sobre el deporte y de obra de autor sobre el aborto

Crítica: Levante
Domenica Dias en Levante

Con todas las ideas preconcebidas que podemos tener sobre los derechos reproductivos en los países desarrollados, quizá nos sorprenda descubrir que el aborto en Brasil es ilegal y conlleva penas severas. La opinión pública también se inclina hacia la criminalización, a lo que contribuye el fuerte renacimiento del cristianismo evangélico en el país, una situación que también aparece reflejada en la excelente Retratos Fantasmas, presentada este año en la sección Special Screenings de Cannes, una cinta que reflexiona sobre los hermosos cines independientes del país que han sido comprados y reconvertidos en iglesias. Aunque parezca familiar a primera vista, Levante [+lee también:
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, la ópera prima de la directora brasileña Lillah Halla (formada en la escuela de cine cubana), sobre una jugadora estrella de voleibol que se queda embarazada, resulta especialmente urgente y presenta nuevas perspectivas sobre este tema. Se trata del último título en estrenarse en la competición de la Semana de la Crítica de Cannes.

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La película presenta dos líneas argumentales que se entrelazan bastante bien: Sofía (Domenica Dias), una joven de 17 años de ascendencia afrobrasileña, juega en el equipo juvenil de voleibol femenino Capão Leste (nombre de la zona de São Paulo en la que viven), donde están considerando seriamente concederle una beca deportiva en Chile que podría cambiarle la vida. Al descubrir que está embarazada, de una persona a la que define con indiferencia como un “tío con moto”, Sofía empieza a informarse sobre las alternativas de interrupción del embarazo, que se limitan a centros privados de salud femenina, cuya función es realmente disuadir a las mujeres de abortar. Siguiendo el retrato que hace Halla, el proceso comienza con un escáner para ver al feto vivo en el útero, estableciendo asombrosos paralelismos con las zonas más conservadoras de Estados Unidos, mientras que la blancura del médico y la enfermera (así como la de otros personajes agresivos que veremos más adelante en la historia) también se asocia con amenazas y coerción social. La película aplaza de forma realista cualquier esperanza, ya que el guion (coescrito por María Elena Morán) sigue a Sofía y a su padre apicultor, João (Rômulo Braga), mientras valoran la opción de una clínica uruguaya, debido a la ascendencia de su madre fallecida. Otra opción es la vía clandestina de adquirir ilegalmente Misoprostol, un medicamento utilizado en el tratamiento, pero es una alternativa peligrosa que puede llegar a implicar a quienes la ayudan, teniendo en cuenta el duro sistema penal del país.

Como hemos comentado, esta línea argumental tan orientada a un objetivo concreto, que hemos visto en películas recientes como El acontecimiento [+lee también:
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y Nunca, casi nunca, a veces, siempre [+lee también:
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, se combina de forma eficiente con el torneo de voleibol en el que participa la protagonista, añadiendo una nueva dimensión a la carrera contrarreloj y una sensación de anticipación nerviosa. El contexto del equipo, un espacio ampliamente “queer”, con jugadoras trans y no binarias (sobre un cartel en el vestuario podemos ver escrito el pronombre “elles”), aporta una carga especial al trauma de superar un embarazo no deseado. Cuando un grupo de extrema derecha, seguidores de Bolsonaro, se entera de su situación a través de los cotilleos que circulan por el barrio, el equipo se convierte en un núcleo de resistencia femenina, un espacio de defensa mutua para una serie de cuestiones específicas de género. A esto hay que sumarle el inventivo uso de la música y una ingeniosa iluminación en claroscuro, así como el hecho de evitar un final triunfalista para todos los públicos en el torneo deportivo, convirtiendo este debut, ligeramente lastrado por sus recurrentes elementos de “drama sobre el aborto”, en un primer partido maduro y agridulce para Halla.

Levante es una coproducción entre Brasil, Uruguay y Francia, producida por Arissas, Manjericão Filmes, Cimarrón Cine e In Vivo Films. m-appeal se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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