25/05/2023 - CANNES 2023: Valérie Donzelli firma la que es seguramente su mejor película al retratar con un formidable agudeza novelesca la caída de una mujer bajo el control de un hombre

"Amaba hasta las lágrimas que yo mismo hacía brotar". Resultaría difícil creer que una profesora de francés no movería un dedo si viviera en sus propias carnes un caso como el que describe esta frase extraída de Britannicus, la tragedia de Racine, pero la heroína de L’Amour et les forêts [+lee también:
tráiler
entrevista: Valérie Donzelli
ficha de la película], la nueva película de Valérie Donzelli presentada en la sección Cannes Première del Festival de Cannes, no es para nada consciente, al principio de la historia, de que la línea que separa la literatura de la vida real es a menudo muy delgada, ni de que las lágrimas de una persona constituyen a veces el cruel deleite de otra. En su adaptación (en colaboración con Audrey Diwan) de la novela homónima de Éric Reinhardt, la cineasta francesa llega al meollo de una cuestión que, por desgracia, es noticia con demasiada frecuencia: la esclavitud progresiva de una mujer que solo sueña con el amor por parte de un cónyuge manipulador y retorcido que teje una auténtica tela de araña a largo plazo de la que es extremadamente difícil escapar, y que a menudo acaba incluso en feminicidio.

"Soy el hombre perfecto para ti". Cuando Blanche (Virginie Efira) —una mujer sumida en una vorágine de tristeza a la que su hermana gemela consigue arrastrar a una fiesta— conoce a Greg (Melvil Poupaud), parece que acabe de iniciarse un romance ideal. Sexo satisfactorio, vueltas en descapotable, paseos románticos por París… Blanche está totalmente enamorada de este "chico guapo", tal y como lo describe su madre: "no podía ser más adorable, estaba loca por él". Pronto, la pareja abandona Normandía para dirigirse a Lorena, donde Greg ha sido trasladado por motivos de trabajo. Su primer hijo no tarda mucho en llegar, pero Blanche mantiene su trabajo como profesora, teniendo que desplazarse en autobús todos los días desde el pueblo donde vive con su pequeña familia. Sin embargo, empiezan a saltar las alarmas cuando Blanche descubre por casualidad que Greg mintió sobre los motivos de su traslado. Él se disculpa efusivamente ("Quería que nos reinventáramos en un lugar nuevo, dejando el pasado atrás. Siento haberte mentido, tenía miedo de decirte la verdad, miedo de perderte. Me arrepiento mucho de lo que hice, ahora ya no vas a creer nada de lo que te diga. Te quiero entera para mí"). Blanche lo deja pasar (de hecho, pronto se concibe un segundo hijo), pero la decisión acaba resultando ser un enorme error, pues la trampa ya está tendida...

Al explorar cómo toma forma este rompecabezas de dominación y control, pieza a pieza, empezando por las esquinas y los bordes a través del logrado arte de la elipsis (basado en un guion brillante), Valérie Donzelli pinta un cuadro conmovedor del tormento cada vez más insoportable de Blanche, agravado por su sentimiento de culpa y su toma de conciencia de la gravedad de la situación. La película describe una terrible experiencia de siete años, a la vez novelesca y realista, contada mediante flashbacks a un abogado, así como la desesperada e increíblemente peligrosa aventura en la que Blanche se embarca para recuperar su libertad, todo ello envuelto en un revestimiento visual relativamente atemporal (la película podría estar ambientada perfectamente tanto en los años 70 como en la actualidad), ligeramente fotonovelesco y de tonos que tienden a ser oscuros (cortesía de Laurent Tangy). Pero, sobre todo, se trata de una obra feminista de verdad, que ofrece unos papeles desafiantes y maravillosos al mismo tiempo, los cuales Virginie Efira y Melvil Poupaud interpretan con gran talento.

L’Amour et les forêts ha sido producida por Rectangle Productions en coproducción con Les Films de Françoise y France 2 Cinéma. Las ventas internacionales corren a cargo de Goodfellas.

(Traducción del francés)