25/05/2023 - CANNES 2023: La película de Elias Belkeddar, candidata a la más rara del festival, acaba siendo una muy tierna historia de amor

¿Cómo se convirtió Omar la Fresa en, bueno, Omar la Fresa? Quién sabe. Las teorías son muchas y muy variadas, ya que el hombre en cuestión es el gánster al que todo el mundo teme, el icono de todos los pecadores con las manos muy largas. Sin embargo, hasta los iconos acaban cayendo, o condenados. Concretamente, a veinte años, pero al menos en Francia. No obstante, Omar tiene una salida. Dadas sus raíces, si se queda en Argel y aprende a ser discreto, todo irá bien. Incluso puede llevarse a su mejor amigo, Roger.

La extraña y sorprendentemente tierna película de Elias Belkeddar, Omar La Fraise [+lee también:
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ficha de la película], presentada como una de las proyecciones de medianoche en Cannes, a pesar de no ser demasiado explícita, es en realidad una historia de amor. Pero no una historia de amor entre Omar y Samia, una mujer encantadora que no se anda con rodeos a la que conoce en una pastelería, donde aparentemente acaban los gánsteres caídos en desgracia. La verdadera protagonista es la amistad, el amor entre dos cincuentones, Omar y Roger, interpretados por Reda Kateb y Benoît Magimel, respectivamente. Son dos amigos que permanecen juntos en las buenas y en las malas (sobre todo en las muy malas). Aun así, no se quejan, porque es lo que tienen que hacer. Y luego deciden qué van a comer.

Los dos actores parecen pasárselo en grande. Kateb recuerda a un Vincent Vega especialmente confuso, mientras que Magimel abraza la domesticidad en su enorme villa (es curioso, ya que el intérprete parece estar cocinando en todas sus películas presentadas en Cannes este año, como La Passion de Doudin Bouffant [+lee también:
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ficha de la película]). Los momentos en los que están juntos, sin hacer nada, simplemente sintiéndose melancólicos, son realmente memorables. Lo que significa que, desgraciadamente, la introducción de un romance poco desarrollado con la Samia de Meriem Amiar acaba siendo contraproducente. Omar no necesita otro interés romántico, ya que en cierto modo, aunque sea estrictamente platónico, ya tiene uno.

Belkeddar es relativamente novato en la dirección (anteriormente fue coguionista de Athena [+lee también:
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entrevista: Romain Gavras
ficha de la película]), pero su trabajo es increíblemente eficaz: estamos ante una película muy bien hecha. El cineasta también logra crear todo un universo, mostrando Argel desde casi todos los ángulos. Es evidente que le tiene cariño a esta comunidad, pero se muestra especialmente interesado por aquellos que intentan ganarse la vida en las calles. Casi todos los personajes que retrata son violentos o hacen trampas de alguna forma, pero eso no nos importa.

Este sentido del lugar se convierte en una importante baza. Gracias a ello, la película nunca parece otra imitación de las típicas historias de gánsteres, el tipo de cintas que todos los jóvenes han querido hacer desde que descubrieron a Guy Ritchie. Omar La Fraise no seduce con un argumento complejo, sino con su atmósfera, con un humor extraño, con los bailes de Magimel. Con este dúo de fugitivos psicóticos que se pelean sin motivo y luego se atiborran a base de pasteles.

Omar La Fraise es una producción de las francesas Iconoclast Films, Chi-Fou-Mi Productions y 2Horloges Production, coproducida por StudioCanal y France 2 Cinéma. StudioCanal se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)