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CANNES 2023 Un Certain Regard

Crítica: Rien à perdre

por 

- CANNES 2023: Virginie Efira es una madre en una devastadora espiral dispuesta a hacer de todo para volver a tener a su hijo en la enérgica y bien estructurada ópera prima de Delphine Deloget

Crítica: Rien à perdre
Virginie Efira en Rien à perdre

"Creemos que, de momento, es lo mejor tanto para él como para ti", "deberías solucionar tus propios problemas antes de darnos lecciones", "cuando alguien tiene fiebre, no se echa la culpa al termómetro". ¿Qué haces cuando el mundo parece derrumbarse a tu alrededor, cuando todo parece ir en tu contra y cada reacción te deja la impresión constante, desestabilizadora y cruel de que estás sufriendo una gran injusticia? Esta es la situación kafkiana a la que se enfrenta la madre a la que, de repente, le arrebatan a su hijo menor en Rien à perdre [+lee también:
tráiler
entrevista: Delphine Deloget
ficha de la película
]
, el primer largometraje de ficción de Delphine Deloget, proyectado en la sección Un Certain Regard del 76º Festival de Cannes.

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"¿No puedes decirme si es grave? ¿Qué ha pasado? – No hemos podido localizarte. – Estaba trabajando. – ¿Sabías que estaba solo en casa?". Cuando la policía da con Sylvie (Virginie Efira) en la bulliciosa discoteca en la que trabaja como camarera, la preocupación por la salud de su hijo de ocho años invade a esta madre, que acude de inmediato al hospital, donde encuentra a su otro hijo, el adolescente Jean-Jacques (el brillante Félix Lefebvre). Sin embargo, a pesar de las quemaduras de segundo grado en el torso, más que herido, Sofiane (Alexis Tonetti) está asustado. En cuanto a la cocina, parece que haya caído una bomba ahí dentro: el intento de hacer patatas fritas por parte de Sofiane acabó con la cocina calcinada. Pero todo esto no es nada para la enérgica Sylvie, que está criando sola a sus dos hijos y lleva años teniendo que dar la cara por su inquebrantable grupo de jóvenes amigos cuarentones (incluido su hermano Hervé, un ludópata en recuperación interpretado por Arieh Worthalter) que no se pierden ni una juerga. Sin embargo, una cosa lleva a la otra y, como por reacción química, las cosas dan un giro desastroso que se inicia con la irrupción de los servicios sociales (dirigidos por India Hair), que deciden apartar a Sofiane de su familia como medida cautelar, para asegurarse de que no se trata de malos tratos ni abandono educativo. Incrédula, pero totalmente decidida a recuperar a su chico y demostrar su valía, Sylvie se ve atrapada en una espiral de la que no saldrá indemne...

Rien à perdre, que constituye una clásica y muy bien construida historia de David y Goliat (basada en un guion escrito por la directora) sobre una mujer que tropieza y lucha obstinadamente en su propio detrimento contra los baluartes de la maquinaria administrativa y judicial, también pinta un retrato del ambiente cotidiano en las provincias francesas, de la complejidad de los lazos familiares (también a través del otro hermano de Sylvie, interpretado por Mathieu Demy), y de una generación de espíritus libertarios que luchan por una difícil integración social a la vez que se ven atrapados por el paso del tiempo. Delphine Deloget maneja metódicamente estos múltiples componentes y se sirve de unos actores excelentes para ofrecer una exploración realista y social de lo que es realmente una buena madre, de los obstáculos que la vida nos pone y de qué hacemos —o no hacemos— para superarlos.

Rien à perdre ha sido producida por Curiosa Films en coproducción con Unité, France 3 Cinéma y la belga Umedia. Las ventas internacionales corren a cargo de France Tv Distribution.

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(Traducción del francés)

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