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BIOGRAFILM 2023

Crítica: Ara la llum cau vertical

por 

- Efthymia Zymvragaki explora su propio y doloroso pasado en paralelo a la historia de un hombre que, en busca de redención, le pide que haga una película sobre cómo abusó de su mujer

Crítica: Ara la llum cau vertical

En su primer largometraje documental, Ara [+lee también:
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, la directora Efthymia Zymvragaki, nacida en Creta y afincada en Barcelona, utiliza la historia real de un maltratador para procesar finalmente su propio dolor a causa de los abusos sufridos a manos de su padre. La película se presenta como un visionado accidentado, difícil y doloroso, a pesar de la atmósfera de ensueño que impregna la isla. La película se ha proyectado en el Biografilm de Bolonia tras su estreno mundial en el IDFA y una serie de proyecciones en otros festivales.

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La suave voz en off de Zymvragaki nos guía a través de esta compleja historia de padres y maridos que carecen de la capacidad emocional necesaria para tratar a sus familias con amor y cuidado, pero que también son dolorosamente conscientes de su ineptitud. La directora abre la película con imágenes de Tenerife y sus recuerdos de cuando dejó Creta, lo que, según ella, no fue una partida, sino una huida.

Se encuentra en Tenerife porque un hombre de mediana edad llamado Ernesto se puso en contacto con ella para pedirle que hiciera una película sobre su historia. Hace casi 40 años, el hombre abandonó a su mujer y a su hijo porque tenía miedo de hacerles daño y convertir a su hijo en una versión de sí mismo, que es lo que ocurrió con el propio Ernesto y con su padre. Pretende encontrar la redención a través del arte del cine y quiere que la película sea de ficción. La única condición es que su novia, Juliana, esté siempre presente durante el rodaje. La cineasta y él acuerdan que, cada vez que Ernesto tenga una crisis violenta, ella se marchará y no volverá hasta que él la llame de nuevo.

Bautizado como Juan Ernesto, el hombre ha compartimentado su pulsión por el abuso y la humillación: Juan es el hombre malo y violento, mientras que Ernesto es amable y cariñoso. Zymvragaki crea un par de escenas ficticias que retratan esta lucha interior, pero prefiere hacer un documental sobre él. De esta forma, una parte de Ara la llum cau vertical es un drama psicológico en el que el protagonista recrea las escenas de su infancia, interpretándose a sí mismo de niño, a su padre y a su madre. En la otra parte, “dirige” una película de ficción: Zymvragaki contrata a tres actores para interpretar su papel, y las indicaciones que les da Ernesto se convierten en el elemento más visceralmente doloroso de todo el proyecto. Este describe cómo maltrataba a su mujer debido a unos celos totalmente infundados, golpeándola, amenazándola con un cuchillo (al igual que hacía su padre con su mujer) y violándola si, en un ataque de celos, no conseguía encontrar a otra mujer con la que tener relaciones sexuales.

El elemento que conecta toda la película es la propia historia de Zymvragaki, que yuxtapone directamente a la narración de Ernesto. El punto clave es que ninguno de estos hombres supo cómo amar a sus familias, aunque lo deseaban dolorosamente. El padre de Zymvragaki se presenta como una persona emocionalmente atrofiada, terriblemente desgarbada y torpe, como un elefante en una cacharrería. Por otra parte, vemos lo tierno que es Ernesto con Juliana, lleno de amor hacia ella, pero culpándose a sí mismo por ser quien es. Hay un intenso sentimiento de necesidad, un impulso casi maníaco en su búsqueda de redención.

Lejos de juzgar a estos hombres, Zymvragaki muestra una triste comprensión y empatía hacia ellos, solos en su carencia emocional. Esto se refleja en la forma en que explora las dos islas con su cámara: hay una sensación de desolación en las imágenes filmadas con cámara en mano del mar, las rocas y la vegetación, que retrata habitualmente a través de las ventanas abiertas de viejos edificios. Nunca hay nadie en estas escenas, como si las islas estuvieran desiertas. El sonido de las olas, el viento y las cigarras nunca han sonado tan solitarios. Los instrumentos de cuerda afilados y metálicos y el tintineo de las guitarras acústicas de la banda sonora fortalecen todavía más el aislamiento como emoción central de la película, un sentimiento espinoso e inmanejable.

Ara la llum cau vertical es una coproducción entre las españolas Gris Medio, KaBoGa art & films y Novena Nube, y la alemana THURNFILM.

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(Traducción del inglés)

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